sábado, 30 de agosto de 2014


INTERVIEWER

There is a quotation in Missing Out that haunts me, from Randall Jarrell— “The ways we miss our lives are life.” What does this mean to you?

(...)

PHILLIPS

I’m saying there could be a comfort in that line. And the comfort would be something like, You don’t have to worry too much about trying to have the lives you think you’re missing. Don’t be tyrannized by the part of yourself that’s only interested in elsewhere.


http://www.theparisreview.org/interviews/6286/the-art-of-nonfiction-no-7-adam-phillips


martes, 26 de agosto de 2014

Superyó. Haters gonna hate.


Hay una instancia de nuestra mente que siempre va a criticar todo lo que hacemos. Que está ahí expectante a la espera de malos resultados. No somos perfectos. Uno va aprendiendo de los errores y con algo de suerte, va mejorando. 
Si como premisa asumimos que todos cometemos errores, asumimos que cometeremos errores para siempre. Y dónde está el consuelo ahí? No cometeremos el mismo error mil veces pero siempre está ese 3% de posibilidad de arruinar todo.
 En las relaciones humanas no hay manera de saber cómo reaccionará el otro. Podemos tratar de no ofenderlo y tratar de generar determinadas reacciones pero lo cierto es que, no importa cuán persuasivo seas, no existe persona sobre la tierra capaz de controlar 100% la mente del prójimo. 
Así que cometemos errores en las conversaciones, pequeños comentarios, decimos cosas que quizá ni siquiera sentimos tan así, que no estamos seguros de por qué las dijimos, cosas que en realidad dijimos porque nos acordamos de otras cosas y quisimos tirar una indirecta. Grave error. Las indirectas son herramientas del infierno para hacernos infelices. No hay modo de hacerle saber al otro aquello que callamos. Y punto. Ésa es una tramoa mortal en la que todos caemos y volvemos a caer.

A perdonarse. Al final las primeras impresiones tienen tanta fama porque tienden a ser erradas. No se puede conocer a una persona por una conversación de tres segundos con ella. Buenos días, malos días, momentos más despiertos que otros...

Dejarse ser. Está bien. Seguiremos cometiendo errores al conversar, porque puede más las ganas de responder que las de responder bien, y pueden mas las ganas de responder bien que las de responder lo que realmente pensamos. A veces, eh. 
Morderse la lengua. Pensar. Pensar. Volver a pensar. Y apretar enter, mandar la información, expresarse. Con algo de suerte, el apocalipsis esperará unos segundos más antes de mandar un tornado a arrancarte la lengua.

sábado, 23 de agosto de 2014


"Si c'était ennemy qui se peut éviter, je conseillerais d'emprunter les armes de la couardise. Mais puisqu'il ne se peut, puisqu'il vous attrape fuyant et poltron aussi bien qu'honnête homme […], et que nulle trempe de cuirasse vous couvre […], apprenons à le soutenir de pied ferme, et à le combattre."

Montaigne.

martes, 12 de agosto de 2014

Últimos minutos

Eternos, inverosímiles. Prolongación de la tortura. 
La mente nublada. Mirada cansada.
La respiración no se percibe entrecortada pero una figura imaginaria oprime al pulmón. Quizá sea el corazón, pensando en latir desbocadamente. 
Falta poco. Falta menos. This is it.
Contando los minutos.

The one with the metaphorical tunnel. Another kind of metaphorical tunnel. 

Power pose. Cabeza en alto. 
Kadima rak kadima.