jueves, 17 de diciembre de 2015

Escuela, fútbol y feminismo.

Me ha tocado la suerte de poder convivir con seres de 12 y 13 años un semana en contexto de su viaje de egresados y observarlos de cerca y observarlos de lejos.

Voy a usar porcentajes estadísticos que son la más burda especulación y sólo ilustran mi percepción de lo que es la sociedad (que es valorable simplemente por el hecho de que soy parte de ella).

Varias escuelas juntas en un mismo hotel. El coordinador de coordinadores organiza un torneo interescolar de fútbol y escribe en un gran pizarrón las bases y condiciones y bla. Torneo de fútbol masculino. En la esquina inferior derecha del pizarrón se lee "PARA CHICAS: VOLEY, HANDBALL O QUEMADO". Y algo no estaba bien. Y sólo a dos personas nos llamó la atención y nos molestó. Y usualmente me quejaría puertas adentro y miraría mal al coordinador que escribía en el pizarrón y no mucho más. Porque ¿qué le vas a decir al tipo? ¿qué va a cambiar?. Pero nada va a cambiar nunca si seguimos sentaditos en nuestro lugar mirando con mala cara a la gente y mascullando entre dientes que el mundo fue y será una porquería ya lo sé. Se arma una revolución que empieza con alguien moviendo un granito de arena y al final se llega al cambio. Pero alguien tiene que empezar; el punto es: si no estás de acuerdo, decilo.
Me acerco al coordinador que estaba charlando con otros profesores (todos hombres, aunque no necesariamente es un factor relevante) y le pregunto si el torneo es sólo para los varones. Sí porque las chicas en general no quieren jugar y no quedan equipos parejos y los varones son más brutos y se lastiman y se quejan, pero para las chicas hay voley o handball si quieren, o pileta. Y me pregunto de nuevo cómo abordar mi queja/sugerencia, porque no me gusta la confrontación y el feminismo está tan mal visto por ser tan incomprendido y por desgracia hay que presentarlo con el mejor marketing posible, sonriendo y con palabras dulces (que ironía). Le digo que entiendo que los varones están acostumbrados a jugar entre ellos pero que si a las chicas les preguntan se re copan, y que la pileta es para todos los que no quieran jugar, y que, por lo menos las chicas de los que yo estaba a cargo, se copaban con los deportes. Me dice que las chicas en general no quieren jugar y por eso había escrito eso, bla bla bla. No tengo intención de hundir al pobre tipo, lo tomo de punto porque forma parte del 95% de los profesores que entienden que el deporte es para los varones y a las chicas les damos alguna cosita para que se entretengan mientras tanto, y sino siempre pueden venir a agitar pompones pero bien al costadito de la cancha. Le digo justamente esto, que entiendo que es un problema cuando a los chicos se les enseña esto desde la primaria y cuando llegan a esta edad están acostumbradas a que la actividad para ellas es tomar sol y la que pide la pelota para jugar es el 20% (y si hablamos de fútbol mucho menos). La conversación se estanca, y la termino diciendo que si les preguntan a las chicas quién se copa con un torneo de x deporte, van a ser varias (pero que hay que preguntarles en serio, y no asumiendo que van a decir que no, y no dando mil opciones de modo que nunca se pongan de acuerdo -de nuevo un ejemplo de lo que pasa cuando a los varones los hacen jugar 90% del tiempo al fútbol y a las chicas deportes varios-). Y los dejo no muy convencidos pero con la duda.
Y siento que esa duda, por más mínima y fugaz que sea, vale muchísimo. Ojalá pudiésemos sembrar la misma duda en los genios de la publicidad que siguen poniendo mujeres y sólo mujeres en el supermercado y en la cocina con el detergente (no nos olvidemos de Mr Músculo, que le lleva el producto para que la dama limpie y esté todo impecable para cuando lleguen las crías y el esposo).

Volví a plantear lo mismo unas horas después durante el almuerzo. Y después fui yo a hablar con las chicas para encontrarme con el obvio resultado de este mensaje milenario que se las da desde la cuna: es que preferimos hacer otra cosa, sólo tal tal y tal juegan. Bueno, pero valen: esas tres, cuatro, cinco chicas que juegan son las que les hacen ver a las otras que quizá sí les gusta jugar después de todo.

Esa tarde me sorprendieron con un partido mixto de varias chicas y chicos que habitualmente no juegan. Y desde la pileta los miraban los varones que habían participado del torneo diciendo que jugaban mejor que ellos (los primeros comentarios fueron negativos, pero al segundo se callaron y empezaron a halagarlos y se sentaron a verlos jugar). Y al día siguiente se armó un mixto más grande. Y ninguna chica se lastimó porque los varones son brutos. Y ningún varón se enojó porque las chicas juegan mal. Y ninguna chica se sintió fuera de lugar.

El punto es este: no todas las chicas quieren jugar deportes. Pero no todos los chicos quieren jugar deportes y no por eso se los deja de invitar a jugar. Está muy arraigado en la sociedad el concepto de que los varones fútbol y las chicas cualquier otra cosa para pasar el tiempo, pero eso no quiere decir que haya una base fisiológico-conductual detrás de ello, son costumbres y pueden cambiarse, puede evolucionar nuestra mirada y podemos seguir tirando barreras que nos limitan como sociedad, en lo general y lo individual. El feminismo tiene mala prensa. Y qué? Hablá. Evolucionemos.

martes, 8 de diciembre de 2015

Seguir remando.

Me estoy muriendo un poquito de ansiedad pero es distinto esta vez. Pase por todas las emociones posibles (como siempre) sin detenerme demasiado en ninguna, pagando peaje siempre a la negación, reina suprema. Pero no me paralicé. Esta vez me cargo el miedo al hombro y sigo caminando. Pasos pesados, cortitos, pero constantes, consciente de que si mantengo la vista al frente, a algún lado voy a llegar. Vengo remando en estas aguas parecería desde hace siglos, just trying to find a way to the shore. Tengo miedo. Pero yo sigo remando. Con la vista en el horizonte, esperando que la arena me sorprenda. Mis ojos adelante, un paso atrás de otro.

domingo, 25 de octubre de 2015

Heiligenstadt
Octubre 6, 1802
Ludwig van Beethowen


"...con alegría me acerco hacia la muerte – si esta llega antes de que tenga la oportunidad de mostrar todas mis capacidades artísticas, habrá llegado demasiado temprano, no obstante mi duro destino y probablemente desearé que hubiera llegado mas tarde – pero aun así estaré satisfecho, no me liberará entonces de mi interminable sufrimiento?  Vengas cuando vengas, te recibiré con valor- Adiós y no me olvidéis completamente cuando este muerto, merezco eso de ustedes, habiendo yo pensado en vida tantas veces acerca de cómo hacerlos felices, sedlo -"


miércoles, 21 de octubre de 2015

"You'll get there"

When? When will I ever get there, where I want to be right now, where I've been meaning to be since forever? I am tired, and I don't want to be tired, I don't know how to not be tired. Hope just hasn't been showing up to do its job lately...

sábado, 17 de octubre de 2015

Puerta atrás

Ya te fuiste, tu momento de protagonismo en mi historia terminó hace rato, no hay guionista que te vuelva a meter, tu contrato terminó. Quedamos en los mejores términos posibles. Me pregunto si sabrás cuán importante fue tu papel en mi historia, quizá no, y está bien, puedo vivir con esa desproporción. Pero andate. Dejá de tocarme la puerta del inconsciente a las 3 de la mañana tratando de venderte como una figura mucho mejor que yo. No te creo a vos, y no creo a la megafigura que mi inconsciente crea de lo que fuiste, o de lo que te creí. La creé yo y puedo romperla, y te digo basta. No te voy a abrir más. Pará de hacer rinraje.

martes, 13 de octubre de 2015

Trato de animarme a ordenar la historia, mi historia, y cuanto más trato y más tardo, más me acuerdo de "la novela del neurótico" y pienso en Freud y en los hilos invisibles que nos unen a todos los neuróticos, y pienso en qué es la neurosis, qué hemos hecho de la neurosis, y de los términos abstractos e indefinibles en general, que crecen y cobran vida y van mutando año a año cual Influenza. Y pienso que somos todos amigos y nos encontramos todas las almitas neuróticas o quizá somos todos neuróticos, o quizá nadie es neurótico; y pienso en las clasificaciones y el DSM y en la necesidad humana de ponerle nombre a todo lo que toca, a todo lo que ve, como si el nombre lo explicara. Quizá hay algo ahí en el lenguaje, volvemos a la salud mental, ahora por Lacan, como con los síntomas, que al darles nombre se aquietan o hasta se evaporan. Y el término estrés. Todos insondables. 

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Y como quien no quiere la cosa
aparece nuevamente,
campante como siempre, ingenuamente.

Y quiero enojarme pero sonrío,
incontrolable e inconscientemente sonrío;
sonrío y no puedo enojarme.

¿Será malo sonreírlo? 
¿Será una voz interior que marca algo bueno?
¿Será de esas cosas que hay que reprimir?
¿Hay que reprimir? 

¿Cómo decidimos qué reprimir y a qué dar rienda suelta?

jueves, 24 de septiembre de 2015

Lápiz

Soy un lápiz 
buscando palabras para subrayar,
para hacer mías, y hacerme suya.

Soy un lápiz 
en la mesa de luz,
esperando.

Soy un lápiz
condenada momentáneamente a un libro estático
sin líneas que pintar.

martes, 22 de septiembre de 2015

Perdonarse. 5776.

Quizá perdonarse a uno mismo sea una de las cosas más difíciles de hacer. Hace tiempo decidí despojarme de rencores tontos, pero no he logrado dejar de llevar detalladísim nota mental de cada pequeño error propio.
Errores tontos, pequeños, que nadie ve, que a nadie dañan más que a uno mismo. Pequeñas faltas de aplomo, palabras sin decir rebotando en recovecos de la mente, palabras de más donde la lengua no llegó a morder por unas milésimas de segundo. Abrazos de más, abrazos de menos. Sueños, dormidos, despiertos, grises y a todo color. Caminos desandados y creados. 
Otro año de pensar y ser pensado. Pedir perdon y perdonarse.

No me encanta el concepto de juntar todos los perdones 364 días y lanzarlos al mundo de repente, en 24 horas. No me gusta la idea de sentarse a reflexionar qué hicimos mal sólo 10 días. Creo que son cosas que debiéramos hacer casi todo el tiempo (todo es como mucho). Pero perdonarse una vez al año me parece plausible, por lo que me cuesta creo que una vez al año me sobra. Y qué difícil es. Primero admitir todas las fallas, después decidir cambiarlas, armar un plan de acción, tratar de llevarlo a cabo... Y lo más difícil viene ahí, perdonarse por haber fallado en primer lugar. Por haberle fallado a otro o a mí misma o a la idea que tengo de mí misma. Perdonarme más que pedirme perdón. Dificilísimo. Darse con un martillo en la cabeza duele, pero lo hacemos igual porque se siente genial ese momentito en que paramos. 

Vivir en montaña rusa, bien arriba o bien abajo, y aburrirse en el medio. Perdón. Te perdono. No saber manejar el aburrimiento y al mismo tiempo abrumarse con tantos sueños y planes. Acobardarse, querer hacerse una bolita en la esquina de la habitación. Perdón. Te perdono. Expresarse mal. Decir de más, decir de menos. Arrepentirse de no arrepentirse de cosas. Perdón. Te perdono. Tener miedo. Tener miedo a tanto... Perdón. Pero seguis remando, con miedo y todo, contra corrientes multicolores, vientos fríos y la arena en el ojo. Te perdono. 

Sacudámonos los castigos autoimpuestos por fallas que ya ni recordamos. 
  "La burocracia / 3.
 Sixto Martínez cumplió el servicio militar en un cuartel de Sevilla.
En medio del patio de ese cuartel, había un banquito. Junto al banquito, un soldado hacía guardia. Nadie sabía por qué se hacía la guardia del banquito. La guardia se hacía porque se hacía, noche y día, todas las noches, todos los días, y de generación en generación los oficiales transmitían la orden y los soldados la obedecían. Nadie nunca dudó, nadie nunca preguntó. Si así se hacía, y siempre se había hecho, por algo sería.
Y así siguió siendo hasta que alguien, no sé qué general o coronel, quiso conocer la orden original. Hubo que revolver a fondo los archivos. Y después de mucho hurgar, se supo. Hacía treinta y un años, dos meses y cuatro días, un oficial había mandado montar guardia junto al banquito, que estaba recién pintado, para que a nadie se le ocurriera sentarse sobre la pintura fresca." 
El libro de los abrazos, Eduardo Galeano.

Revoquemos de nuevo, dejemos el lienzo blanco y pintemos encima. Seamos como el ave fénix. Sacudámonos las cenizas, vámos. A volar.

Kadima rak kadima.


viernes, 18 de septiembre de 2015

No más colectivos de replanteos

Acostumbrada a vueltas en colectivos llenos de gente donde pasar por entre los cuerpos era mucho menos complicado que pasar por entre mis pensamientos. Terrible maraña de replanteos, grabaciones de cada palabra pronunciada, listas de todo lo que no había que hacer nunca más, y enojo, enojo y angustia.
Se me ocurrió que no tiene que ser así. Que se puede desdramatizar (todo se puede desdramatizar). Podemos elegir quedarnos con lo lindo, y decidir que lo malo es inexperiencia inherente a la vida y que you live and you learn. 

Sigue yirando.

jueves, 17 de septiembre de 2015

¿Con quién compartir?

Qué insoportable la necesidad humana de compartir todo lo que nos pasa. Vivir alguna experiencia y sentir una necesidad imperiosa de compartirlo con alguien. ¿Será que necesitamos que validen también nuestra alegría? Elegir con quién compartir cada experiencia; cada área de la vida tiene un amigo asignado para ser charlada (con flexibilidad, obvio). Me vuelvo más y más abstracta. No sé muy bien qué quiero decir. No sé si hablo muy en general o de casos muy puntuales. En fin, compartir. Compartir o no compartir. ¿Será que siento que mis emociones valen más si hay otros humanos que las sienten también -y en las mismas situaciones-? ¿Será esa la validación de la que hablo? Pero no quiero necesitar validación externa para sentirme feliz, para hacer que la atmósfera rosa de flores dure más y brille más... 
Obsesión tienen los humanos por compartir: ¿por qué tanta gente postea en redes sociales fotos hasta del plato de comida que tienen adelante, insistiendo en desesperado silencio en que le demostremos que nos gusta, que aprobamos (¿que admitimos que existe?)? No sé. Vanidad de vanidades, todo es vanidad.

Hoy no hay conclusiones, es un año de abrir puertas. Sacar telarañas llenas de drama y tratar de asomar la cabeza a ver qué pasa con el viento. Y si nos despeina, bueno, al menos habremos vivido otra primavera para la colección de recuerdos. Y quizá de eso se trate vivir.







(Me acabo de dar cuenta que siempre escribo en plural, como proyectando mis experiencias y emociones en la humanidad... Quizá parte de mí cree que todos sentimos muchas cosas del mismo modo y quizá parte de mí cree que cada uno está solísimo en su sentir y necesite fabricarse compañía).

Debunking hang-out stereotypes

Descomprimiendo mi neurosis, las presiones están altas tan cerca de las normas sociales y "lo normal" que siento debo alejarme hasta la estratósfera para poder pensar en paz. Diez minutos de sentarme a pensar. ¿Qué es normal? ¿Qué es común cuando de relaciones humanas se trata? Empiezo a pensar que quizá no haya normalidad en este ámbito. Quizá "lo normal" sea un conjunto de eventos que se tienen que dar, palabras que se deben decir... pero en cuanto a lo que cada uno siente, dudo mucho que sea universalizable. Crecí escuchando las lecciones de amigos y familia, los pasos, las significaciones de cada propuesta, la fraseología, los do y los don't. Crecí bajo la jaulita de reglas según las cuales una debe conducirse para ser una muchacha bien, con todos los valores planchados y almidonados, la boquita pintada, las pestañas rizadas y las risitas calculadas en los momentos justos para atraer por ser correcta y un poco aventurera pero un poco nomás. Películas y películas de hollywood (y de todas partes, really) nos enseñan a darle las espalda a lo normal, a ridiculizar las normas sociales de las citas, pero la historia siempre termina igual, y al final nos quedamos con nuevos sets de normas para memorizar y aplicar. Aplicamos los mismos patrones de conducta y esperamos resultados. Siempre los mismos resultados. Y a veces se dan y a veces no, y a veces nos sentimos satisfechos y a veces no. 
Cuánta presión sienten mis menudos hombros bajo la mochila de lo esperable de parte de uno y de parte del otro. El libreto que indica cómo debe jugarse cada rol... para que todo salga... ¿cómo?

Me encuentro desglosando reglas que me daban seguridad al tiempo que me arañaban el autoestima (¿pero qué reglas no arañan el autoestima, no?). Quizá en mi inexperiencia encontrarme en la posición de actuar bajo ciertas reglas (¡finalmente!) me parecía algo fantástico; me sentía parte de un grupo al que nunca había pertenecido (aunque más por elección propia que ajena) y al que mucho no había admirado, pero quizá me sentía bien porque ahora tenía la oportunidad de ser parte de. 
Quizá construimos ciertos sets de reglas y conductas para sentirnos más seguros, para sentirnos más cool y menos prisioneros de nuestras propias inseguridades (y de las de los demás). Pero empiezo a notar que quizá esas reglas no me hagan sentir más segura sino más ficcional... y eso es incompatible con la misma idea que me lleva a ponerme en estas situaciones en primer lugar: experimentar la realidad, en todas sus formas, sabores y colores, hasta encontrar esos momentitos en que es mejor que las ficciones que la regulan.
Si se trata de encontrar un lugar donde nos hallemos cómodos, seguro que no vamos a encontrarlo fingiendo ser y sentir cosas que no somos. Quizás haya que dejar de insistir con meternos en un molde en que no entramos y salir de la casa por la ventana usando el pijama de ositos. Llegar vas a llegar igual. Y la historia va a ser más importante porque elegiste tu propia aventura... Quizá.

lunes, 31 de agosto de 2015

"Indecision and reveries are the anesthetics of constructive action." 

-Sylvia Plath.

domingo, 30 de agosto de 2015


"What is more tedious than boy-girl episodes? Nothing; yet there is no tedium that will be recorded so eternally."

-Sylvia Plath.

RIP Dr. Oliver W Sacks

“I would like it to be thought that I had listened carefully to what patients and others have told me,” he said, “that I’ve tried to imagine what it was like for them, and that I tried to convey this.


“And, to use a biblical term,” he added, “bore witness.”


Qué raro es que se vayan los grandes de esta existencia que todos de un modo u otro compartimos. Voy a medio camino leyendo la autobiografía de un ser que ya no está. Y sin embargo quedará en la mente de muchos otros que, como yo, lo admirarán siempre.


http://www.nytimes.com/2015/08/31/science/oliver-sacks-dies-at-82-neurologist-and-author-explored-the-brains-quirks.html?action=click&contentCollection=Opinion&module=MostPopularFB&version=Full&region=Marginalia&src=me&pgtype=article


jueves, 6 de agosto de 2015

Walking, parks, brooding.

 "Brooding, which is known among cognitive scientists as morbid rumination, is a mental state familiar to most of us, in which we can’t seem to stop chewing over the ways in which things are wrong with ourselves and our lives. This broken-record fretting is not healthy or helpful. It can be a precursor to depression and is disproportionately common among city dwellers compared with people living outside urban areas, studies show."

http://well.blogs.nytimes.com/2015/07/22/how-nature-changes-the-brain/

miércoles, 22 de julio de 2015

Reír llorando, por Juan de Dios Peza.



Viendo a Garrik actor de la Inglaterra
el pueblo al aplaudirle le decía:
«Eres el mas gracioso de la tierra
y el más feliz...»
Y el cómico reía.

Víctimas del spleen, los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.

Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
«Sufro le dijo, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.

»Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte,
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única ilusión, la de la muerte».

Viajad y os distraeréis.
¡Tanto he viajado!
Las lecturas buscad.
¡Tanto he leído!
Que os ame una mujer.
¡Si soy amado!
¡Un título adquirid!
¡Noble he nacido!

¿Pobre seréis quizá?
Tengo riquezas
¿De lisonjas gustáis?
¡Tantas escucho!
¿Que tenéis de familia?
Mis tristezas
¿Vais a los cementerios?
Mucho... mucho...

¿De vuestra vida actual, tenéis testigos?
Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.

Me deja -agrega el médico- perplejo
vuestro mal y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrik, podréis curaros.

¿A Garrik?
Sí, a Garrik... La más remisa
y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquél que lo ve, muere de risa:
tiene una gracia artística asombrosa.

¿Y a mí, me hará reír?
¡Ah!, sí, os lo juro,
él sí y nadie más que él; mas... ¿qué os inquieta?
Así -dijo el enfermo- no me curo;
¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta.


¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!

¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe!

Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma,
un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.

sábado, 13 de junio de 2015

Plenitud.

Hay una sensación cuyo título no encuentro. Encuentro de felicidad, plenitud, con una pizca de esa alegría que nos da cuando tenemos "epifanías". Me lleno de energía, siento dilatarse los vasos de mi torso como para llenar el alma de maravillamiento. Siento que se enciende un motor, que una luz me recorre y me empuja, quiero correr, como si algo luchara por explotar y expandirse, hasta hacerme una con el universo, con la energía que emanan todas las cosas. 

Sensaciones que despiertan a las 3 de la mañana cuando en medio del cansancio y el trabajo de pronto invade la certeza de estar en el momento y el lugar perfectos. 

martes, 28 de abril de 2015

On second chances


Estoy nerviosa y a la vez raramente calmada. En realidad, estoy calmada hasta que me acuerdo que es mi segundo round con este oponente. En realidad no, ya pasé varios rounds y no es siempre el mismo oponente, pero viene a ser la misma cosa. Consciente de los nuevos obstáculos que habría en el camino, me preparé acorde, tratando de tener todo en cuenta, manteniendo en equilibrio todo lo que se iba presentando. Y así fueron pasando los días y hoy estamos acá, mañana es la batalla. Una más de tantas, pero todas asustan como la primera, todas asustan como la última. Cuántas cosas pueden definirse con una sola batalla... depende del drama con que uno la lleve. 

La diferencia esta vez es que quiero dar batalla. No estoy revolcándome en mi angustia, rogando al cielo que el tiempo pase rápido y que sea el otro día con la batalla ya ganada. Quiero estar ahí en el ring, vivir esa adrenalina con el mayor autocontrol posible; quiero probarme a mí misma que puedo una vez más.
Kadima rak kadima.

miércoles, 22 de abril de 2015


"Trabajar. Es siempre mi disculpa para existir. Pero vine al desierto a pensar, o recordar. Me he pillado a mí misma corrigiendo los recuerdos. Hay muchos que no me gustan, entonces los corrijo."

Diez mujeres, de Marcela Serrano

jueves, 2 de abril de 2015

 I was a confident little girl who fell victim to a world that told me that I shouldn’t feel so strongly about myself or my beliefs. Do you have any advice on how to get that back? —Claire Burdick via Facebook 
So here’s the deal with confidence. I used to have no confidence, then I had a great deal of false confidence, and now I’m infused with real confidence. When people get the confidence knocked out of them, I feel like it was probably false confidence because you can’t, I don’t think, get it knocked out of you when you are truly confident. I think you have to be able to have everything taken away from you and be sitting in a ditch and know you could build it up from scratch. That’s how I feel and that’s how I know it’s true confidence.
Now, one thing I will say about women is that confidence tends to offend people a lot when you truly have it. You have to be really careful about that. So what I’ve noticed is, while I want to encourage women to be very confident, I think you can be quietly confident. If you’re just like, “R-E-S-P-E-C-T” around everyone, that’s very unbecoming. Quiet confidence is the thing we need to be telling girls about, not shout-it-from-the-rooftops confidence, and that’s how I think you can really succeed.
Mindy Kaling. 


http://www.buzzfeed.com/jarettwieselman/advice-mindy-kaling-has-for-women#.cbEDXO1ON

Todos tocan bocina.

Mi padre cuenta que cuando yo nací (hija mayor), pasó unos meses haciendo las cosas mal. Tenía miedo y ese miedo lo forzaba a esconder su sana agresividad diaria. Tenía miedo en el auto y manejaba mal, y todos le tocaban bocina. Siempre fue un gran conductor, pero de pronto tuvo miedo y ese miedo se expandió a cada fibra de su ser. Self consciousness can ruin you.

lunes, 16 de marzo de 2015

Momentos de felicidad pasadas las 11pm

De pronto tomo conciencia del presente y de lo que me rodea. Escucho el paso cansino del aire acondicionado. Los ruidos sencillos casi imperceptibles de una noche como cualquiera en la ciudad. La sombra de la persiana protectora proyectada en la cortina por la luz del patio del vecino. Mi habitación semi a oscuras, los objetos iluminados por la luz del escritorio que brilla con determinación sobre el libro de texto. Vasos de agua a medio tomar, una taza de té casi casi vacía, una colección de lapiceras, lápices y resaltadores amigos en una esquina. 
Mi habitación semi a oscuras, con la luz sobre el libro. Un par de horas post cena, las 11 me encuentran en esa hora cósmica llena de posibilidades. El libro de texto me invita a seguir leyendo, sin presiones, hasta que salga el sol. La cama se ofrece para cuando me parezca correcto, sin insinuarse. Todo está dispuesto a mi al rededor de modo que yo pueda elegir sin que me juzguen qué hacer a continuación. Hermosa hora cósmica nocturna de felicidad. Un halo de felicidad me rodea, endorfinas nadan felices en mi sistema nervioso. Mi pasión por lo que estudio se refresca. Instante mágico. Amor celeste. Inspiro, espiro. And I feel fine.

domingo, 1 de marzo de 2015

Comentarios random y atención.

Tuvieron que pasar muchos muchísimos meses para que me diera cuenta, pero al parecer gran parte de la falta de alegría del 2014 tuvo que ver con que me asocié con la gente incorrecta. Puntos de vista que distan mucho de los propios, excesos de empatía... todo bueno e interesante en su medida justa. El problema viene cuando empezamos a vernos a nosotros mismos a través de ojos ajenos 24/7. Cuando empezamos a vivir los dilemas de los otros como propios. Porque ya tenemos nuestras propias colecciones de complejitos, que aceptamos y gracias a las cuales tenemos chances de crecer cada día, tenemos cosas para enfrentar y superar cada semana... pero superar y crecer con problemas ajenos es más complicado, sobre todo si se lo hace inconscientemente. 

Me pregunto si estoy demasiando en sintontía con las sensaciones que me genera todo a mi alrededor. Empiezo a pensar que dejé de prestar atención y durante mucho tiempo esa ignorancia de el efecto que tenía en mí todo me empezó a hundir, porque estaba mal sin saber porqué. Y estar mal sin saber porqué significa no saber cómo arreglarlo. Me senté demasiadas veces a esperar que las cosas se resuelvan solas. Y empecé a hacer cambios donde no hacía falta. Y se me fue todo de las manos. Perdí completamente el rumbo. Me perdí.

Salir de entre la bruma al mundo que conocíamos es más difícil de lo que creí inicialmente. Perdonarse y encontrarse de nuevo es un trabajo largo. Un proceso, como cualquier otro. Lo más difícil ahora es, para mí, darme cuenta de todo eso que ignoré tanto tiempo. Cómo las palabras que dicen quienes nos rodean tienen tanto poder para afectarnos. Quizá no a todos afectan las opiniones de quienes nos importan, los comentarios al pasar, los juicios rápidos. En este momento creo que a todos nos afectan (aunque no en igual medida, obvio) pero que no nos damos cuenta...
Reencontrarse requiere mucha honestidad. Y atención. Al prestar atención podemos lidiar en el momento y el lugar con aquellos comentarios que nos molestan, que nos duelen. ¿Por qué molestan? ¿Qué partes de nosotros entran en conflicto? Quizá tramitando nuestros complejitos en el momento y el lugar les impedimos acumularse en algún lugar del inconsciente hasta ocluir completamente los tubitos de la dirección hidráulica mental. 
No lo tengo todo resuelto, pero mi plan de acción es claro. Honestidad y atención. Y alejarse de lo que hace mal. Sin dudarlo.

miércoles, 18 de febrero de 2015

2015.

Se hizo desear la review del 2014. Incontables noches me fui a dormir generando la nota mental de "mañana releo todas las entradas del blog del año que pasó y me siento a pensar y a escribir y y y". Para ser un año sin tantos altibajos (en comparación con los anteriores al menos) me sigue costando tramitar complejitos que salieron a la luz y germinaron (boy, did they) durante esa estúpida colección de meses que gracias al cielo ya pasó. Decidí dejar de torturarme tratando de entender por qué fue un año tan malo para mí siendo que he tenido años mucho mejores (agridulces, to say the least) que incluyeron eventos terribles. Lo decidí recién, leyendo todas las dudas y luchas con mis propios pensamientos que surgieron durante el pasado año. No recuerdo la última vez que pasé tanto tiempo repleta de preguntas sin respuesta. Aún quedan muchas respuestas por manifestarse, pero puedo decir con temorosa confianza que he encontrado explicaciones a aproximadamente la mitad de los conflictos internos que surgieron. Quizá más. Tristemente la base de todo radica en el autoboicot. El exceso del auto desafío, de la self-imposed pressure. 
Descubro una vez más, no sin dolor y sorpresa, que soy humana, tan humana como muchos otros humanos, tan humana como la gente. Y descubro algo nuevo: me perdí. Me perdí por mucho tiempo, tanto que, como virus en computadora, pequeñas partes de mí se borraron y no volverán por sí solas. Quizá reinventarse es algo que siempre hacemos obligados, quizá necesitemos indefectiblemente ese empujón por parte del cosmos. 

Me estoy recuperando a pura verborragia, aliándome despacito con las distintas partes de mi ser. Crecer es difícil, tan difícil como necesario. Y las sacudidas de las crisis que nos mueven hacia adelante rara vez son pedidas, esperadas, aceptadas; pero vienen igual, y el mundo sigue girando, bajarse no es una opción. Estoy bien. Estoy todo lo entera que puedo estar tras juntas pedacitos durante el último par de meses. Lo que falta lo armaré en el camino, pero ya va siendo hora de volver.