miércoles, 18 de febrero de 2015

2015.

Se hizo desear la review del 2014. Incontables noches me fui a dormir generando la nota mental de "mañana releo todas las entradas del blog del año que pasó y me siento a pensar y a escribir y y y". Para ser un año sin tantos altibajos (en comparación con los anteriores al menos) me sigue costando tramitar complejitos que salieron a la luz y germinaron (boy, did they) durante esa estúpida colección de meses que gracias al cielo ya pasó. Decidí dejar de torturarme tratando de entender por qué fue un año tan malo para mí siendo que he tenido años mucho mejores (agridulces, to say the least) que incluyeron eventos terribles. Lo decidí recién, leyendo todas las dudas y luchas con mis propios pensamientos que surgieron durante el pasado año. No recuerdo la última vez que pasé tanto tiempo repleta de preguntas sin respuesta. Aún quedan muchas respuestas por manifestarse, pero puedo decir con temorosa confianza que he encontrado explicaciones a aproximadamente la mitad de los conflictos internos que surgieron. Quizá más. Tristemente la base de todo radica en el autoboicot. El exceso del auto desafío, de la self-imposed pressure. 
Descubro una vez más, no sin dolor y sorpresa, que soy humana, tan humana como muchos otros humanos, tan humana como la gente. Y descubro algo nuevo: me perdí. Me perdí por mucho tiempo, tanto que, como virus en computadora, pequeñas partes de mí se borraron y no volverán por sí solas. Quizá reinventarse es algo que siempre hacemos obligados, quizá necesitemos indefectiblemente ese empujón por parte del cosmos. 

Me estoy recuperando a pura verborragia, aliándome despacito con las distintas partes de mi ser. Crecer es difícil, tan difícil como necesario. Y las sacudidas de las crisis que nos mueven hacia adelante rara vez son pedidas, esperadas, aceptadas; pero vienen igual, y el mundo sigue girando, bajarse no es una opción. Estoy bien. Estoy todo lo entera que puedo estar tras juntas pedacitos durante el último par de meses. Lo que falta lo armaré en el camino, pero ya va siendo hora de volver.