jueves, 24 de noviembre de 2011

Fila 9 - Fernando Parrado

¿Han oído hablar de los sobrevivientes de los Andes? En 1972, un avión militar con 40 pasajeros y cinco tripulantes se estrelló en la Coordillera de los Andes en ruta hacia Santiago de Chile.
De las 45 personas que iban en el avión, 12 murieron en el accidente (entre ellas la madre de Fernando Parrado); 5 murieron al otro día, y a los 8 días muere Susana Parrado (hermana de Fernando)debido a sus lesiones. A los 16 días, una avalancha se llevó la vida de ocho más, y dos jóvenes murieron a mediados de Noviembre por las infecciones de sus lesiones. Los demás, completaron 72 días en la montaña, hasta que fueron rescatados.

Esta es una conferencia que dió Fernando Parrado, sobreviviente de los Andes:

"NINGÚN ÉXITO EN LA VIDA JUSTIFICA EL FRACASO EN LA FAMILIA "

Fernando Parrado, uno de los 16 sobrevivientes de la tragedia de los Andes, a 36 años de aquella historia que asombró al mundo, consiguió hace algunos meses conmover a un foro de negocios y capacitación empresarial al transmitir las simples moralejas que le dejaron vivir 72 días en plena Cordillera sin agua ni comida. Su presentación, un monólogo sin golpes bajos acompañado por vídeos e imágenes de la montaña, tuvo dos etapas bien diferentes. 

En la primera narró, con un relato íntimo repleto de anécdotas, los momentos que lo marcaron de aquella odisea a 4000 metros de altura en la que perdió a buena parte de sus amigos, además de su madre y su hermana.
'¿Cómo es posible sobrevivir donde no se sobrevive?', se preguntó.
'Sobrevivimos porque hubo liderazgos, toma de decisiones y espíritu de equipo, porque nos conocíamos desde mucho antes', dijo.
Y arrojó un primer disparador.
"En la vida el factor suerte es fundamental"

Cuando llegué al aeropuerto de Montevideo no daban número de asiento para el avión.
A mí me tocó, de casualidad, la fila 9, junto a mi mejor amigo.
Cuando el avión chocó en la montaña, se partió en dos.
De la fila 9 para atrás no quedó nada.
Los 29 sobrevivientes al primer impacto viajaban en la parte que quedó a salvo.' De ellos, dijo, 24 no sufrieron un rasguño.

Así, los menos golpeados empezaron a ayudar, actuando como un verdadero equipo. Administramos barritas de chocolate y maní al punto de comer un grano por horas cada uno.
Marcelo, nuestro capitán y líder, asumió su rol para contenernos cuando le preguntábamos qué pasaba porque no llegaba el rescate.
Decidimos aguantar.' Pero días después el líder se desmoronó.

La radio trajo la noticia de que había concluido el rescate.

'¿Cómo hubieran reaccionado ustedes?
El líder se quiebra, se deprime y deja de serlo.

Imagínense que yo cierro esta sala, bajo la temperatura a -14 grados sin agua ni comida a esperar quién muere primero.'
se hace un Silencio estremecedor de la primera a la última fila.
'Ahí me di cuenta de que al universo no le importa qué nos pasa.

Mañana saldrá el sol y se pondrá como siempre.
Por lo tanto, tuvimos que tomar decisiones.

En la noche 12 o 13 nos dijimos con uno de los chicos:
«¿Qué estás pensando?»
«Lo mismo que vos. Tenemos que comer, y las proteínas están en los cuerpos.» Hicimos un pacto entre nosotros, era la única opción.
Nos enfrentamos a una verdad cruda e inhumana.'

Desde la primera fila, decenas de chicos llevados por sus padres escuchaban boquiabiertos.
Parrado apeló a conceptos típicos del mundo empresarial. 

'Hubo planificación, estrategia, desarrollo.
Cada uno empezó a hacer algo útil, que nos ayudara a seguir vivos: zapatos, bastones, pequeñas expediciones humanas.
Fuimos conociendo nuestra prisión de hielo.' 

'Hasta que me eligieron para la expedición final,porque la montaña nos estaba matando, nos debilitaba, se nos acababa la comida.
Subí aterrado a la cima de la montaña con Roberto Canessa.
Pensábamos ver desde allí los valles verdes de Chile y nos encontramos con nieve y montañas a 360 grados.
Ahí decidí que moriría caminando hacia algún lugar.'

Entonces sobrevino el momento más inesperado. Pero "Esta no es la historia que vine a contar",avisó.
Y contó que su verdadera historia empezó al regresar a su casa, sin su madre ni su hermana, sin sus amigos de la infancia y con su padre con una nueva pareja.

'¿Crisis? ¿De qué crisis me hablan?
¿Estrés? ¿Qué estrés?


Estrés es estar muerto a 4000 metros de altura sin agua ni comida', enfatizó. 

Hay que pasar por una cosa así para darse cuenta de la diferencia entre lo importante y lo que no lo es.
En general, me siento distinto en la percepción de los problemas del día a día: la gente se complica, yo me volví bastante simple.

Recordó un diálogo fundamental que tuvo con su padre, que le dijo:
'Mira para adelante para adelante, anda tras esa chica que te gusta, ten una vida, trabaja.Yo cometí el error de no decirle a tu madre tantas cosas por estar tan ocupado, de no compartir tantas festividades con tu hermana, no darme el tiempo de platicar con ellas mis vivencias, no decirles cuanto las amaba'.

Y cerró, determinado:

'Las empresas son importantes, el trabajo lo es, pero lo verdaderamente valioso está en casa después de trabajar: la familia.
Mi vida cambio, pero lo más valioso que perdí fue ese hogar que ya no existía al regresar.

No se olviden de quien tienen al lado, porque no saben lo que va a pasar mañana.

Una interminable ovación lo despidió de pie ......


"NINGUN ÉXITO EN LA VIDA , JUSTIFICA EL FRACASO EN LA FAMILIA "
Si TU tienes un cálido hogar, piensa que al igual que Yo:

Eres una persona con Suerte !!!
 Te tocó de la fila 9 hacia adelante, y créeme....
la mayoría viaja de la 9 para atras.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Temblequeando entre recortes de cuasifuturos, en el medio del caos, se dijo: "te podés sentar a pensar". 

jueves, 17 de noviembre de 2011

Asociaciones cognitivas.

Siempre que escuche esta canción, mi mente va a volar a la ruta rumbo a Cariló.

My heart will go on - Celine Dion


sábado, 12 de noviembre de 2011

viernes, 11 de noviembre de 2011

Reflexiones con sabor a ráfagas de viento.

Y ahora... creo que todo fue porque dejó de importarme.

Es eso. Esa es la razón del estancamiento, de la necesidad de atravesar todas las puertas en búsqueda de una ráfaga de aire. Es que dejó de importarme. Todo eso dejó de importarme. Es así de simple. No entiendo qué es lo que no veía antes. Dejó de importarme, y así de resultarme interesante, y así fue que perdí complemente el interés- Y así fue como todo se transformó en una rutina monótona de contar las horas para llegar a casa y atravesar más puertas. Porque eso es lo que estoy, lo que todos estamos haciendo, estamos contando los días para abrir una puerta nueva.

De repente la verdad me golpea, de lleno, un golpe corto y seco. Rápido. Más claro que el agua.


Dejó de importarme.

Por eso ahora todo lo apuesto al futuro. Al futuro para que no falta tanto, cada día tachamos el número en el calendario porque nos da la sensación de que así va a llegar más rápido. Esa sensación muy similar a la que nos invade al anular términos en las ecuaciones. Es así de simple y no entiendo cómo es que no lo vi antes.

Perdí el interés. 

En eso que es mi día a día, en la mitad de mi rutina. Por eso ya nada me asombra como antes, ni me hace reír tan fuerte como antes.


Se acabó, a buscar algo nuevo. Claramente acá no hay nada para mí. Esta habitación no tiene nada más que ofrecerme. Así que elijo cerrar la puerta, no regrets though, y seguir adelante, abriéndolas todas, todas a la par y asomándome. Porque sé que hay muchas, muchas más por abrir. Con mundos nuevos en tecnicolor, y cinerama.


Lo mejor está siempre por venir.

11/11/11

Hoy, 11/11/11 a las 11:11 (conté hasta once, para ser lo más precisa posible con los segundos), miré para abajo, junté las manos (no como rezando, solamente las junté como para darme más fuerza), y pensé en tres deseos.

No sabría decir muy bien cuándo fue que empezó mi modalidad de pedir deseos poco específicos, como si tuviera miedo de pedir algo muy puntual y (fuera a concederse o no) después sentirme como una tonta porque era algo que no resultaba tan importante, o resultaba algo así, medio efímero... cuando cruzó por mi cabeza el pensamiento de "pero pedir algo como "quiero un auto amarillo" es no sólo infantil y estúpido, sino egoísta" se generó un cambio.
No sé cuándo fue eso, pero sé que cuando el concepto "egoísmo" entró por la puerta, los deseos específicos hicieron mutis por la derecha.

Bueno. Si lo pensamos bien, hay deseos específicos que no son nada infantiles, estúpidos o egoístas, pero por suerte (o mala suerte?) nunca tuve una situación así fea cuando se me dio la oportunidad de pedir deseos.

Creo que tiene que ver con el hecho de que, desde chiquitos, la vida nos mostró mil formas de desaprovechar los deseos siendo egoístas, Jafar quería la lámpara para ser Sultán y ser poderoso, por ejemplo.

Todo esto pensaba ayer cuando me daba cuenta que sólo vamos a vivir esta unanimidad de números dos veces más en nuestra vida, todos los que estamos hoy vivos. Este año, y el que viene (11 y 12).
No soy una persona que viva deseando cosas en realidad, tengo mis deseos pero son deseos del tipo "quiero viajar, ver el mundo". Lo más específico es "quiero ir a París". Por eso a la hora de pedir deseos, acudo a las cosas más basicas pero imprescindibles de la vida: salud, felicidad, etc.
Hoy, sin embargo, sentí que desear una y otra vez "world peace", si bien era honesto, era totalmente estúpido. Entonces, a mitad de carrera, después de dos deseos poco específicos, di un deseo algo más específico. Apenas, porque en verdad en este momento de mi vida, como pasa siempre que estoy ante una situación "para pedir deseos", no hay una cosa puntual que desee con toda mi alma.

Parte de conocerse a sí mismo y ser feliz, consiste en dejarse ser. Y dejarse ser consiste en darse el lujo de pedir deseos específicos, sin miedo al juez que sin duda es nuestra conciencia.

Alors, beaux rêves à tout le monde!

PS: Podrán llamarnos "infantiles", "soñadoras", "chiquilinas" y todo lo que quieran. Pero todos aquellos que no pidieron sus deseos hoy a las 11:11 se quieren matar.

martes, 8 de noviembre de 2011

lunes, 7 de noviembre de 2011

Mini historia

Hace dos, tres días (también pueden ser uno, o siete) que tengo ganas de escribir algo pero no se me ocurre nada en particular. Como que tengo varias mini historias, pero nada que haya estado dando vueltas en mi cabeza el tiempo suficiente como para generar inspiración y ganas de contarle al mundo.
Sin embargo, acá me ven, una vez más, contándoles algo de mi día a día.

Hoy (un día como cualquier otro), me di cuenta de algunos pares de cosas relativas a las amistades que veo todos los días. Bueno, casi. La cuestión es que me di cuenta que me venía olvidando de la sonrisa que algunas personas me pueden poner en la cara, y los silencios que ciertas personas obligan a generar, por el simple hecho de que, "ya fue" esa amistad, y en verdad no hay nada más que decirse.
Me di cuenta que algunas personas me inspiran más cariño del que pensaba, y otras un poco de asco.

Cosas que uno sabe y se oculta. Cosas que uno no siempre quiere admitir, porque sabe que en realidad está un poquito más y a la vez un poquito menos solo.
Por qué más? Bueno, porque no compartís las mismas cosas. Te das cuenta que, como decía Aristóteles (ó Cicerón, ó Montaigne), cambia el intelecto cultural (o algo así) de cada uno. Yo le voy a dar un significado más claro y menos profundo a ese concepto y voy a decir que, simplemente, uno se siente más sólo porque se da cuenta que cada vez hay menos personas que quieren compartir lo que a uno le gusta.
Y por qué menos? Bueno, porque dentro de esa soledad progresiva y (dentro de nuestra mente) inminente, están en realidad, esas personas que siempre estuvieron y están una vez más para hacerte reír un rato. Aunque no sean carcajadas, aunque no les gusten, como a mi, los caramelos media hora, están.

Y lo más importante en las relacionas humanas, es sin duda, estar .

Bueno. Esa fue la mini historia del día del hoy. Lean, piensen, disfruten, et être heurexes.

viernes, 4 de noviembre de 2011

You ain't taking that from me


Strip me - Natasha Bedinfield



Everyday I fight for
All my future somethings
A thousand little awards
I have to choose between
I could spend a lifetime
Earning things I don’t need
That’s like chasing rainbows
And coming home empty

...

Take what you want
Steal my pride
Build me up
Or cut me down to size
Shut me out
But I’ll just scream
Im only one voice in a million
But you aint taking that from me
Oh oh no you aint taking that from me

jueves, 3 de noviembre de 2011

"Lo dijo el destino"

A veces, para ayudarme a tomar pequeñas, insignificantes decisiones que hay que tomar rápidamente (galletitas óreo o tentaciones, hamburguesa o patitas, coca light o fanta, etc.) apelo al azar y digo por ej. "si en cinco segundos el semáforo no cambió, voy mañana a ese lugar y me voy ahora para casa" y al tener mi resultado digo "lo dijo el destino". Es mi propia regla de los cinco segundos, y así como tengo esta, tengo momentos donde siento que el destino me da una cachetada, me hace frenar en seco y cambiar de dirección.

Con otra cosa insignificante, el destino está acá ahora. Se paró en frente mío, de golpe y me gritó fuerte a la cara. "Ahora jodete, así vas a aprender. No seas idiota, cambiá de rumbo". 
Y así por una insignificantez como empezar a ver tarde una película y terminarla tardísimo porque, por azar, la conexión a internet está lenta, es que me doy cuenta que es momento de parar de pretender que estoy en Enero, y entrar de lleno en mi Noviembre (para poder tener un Enero y todos los meses esos que tenemos nosotros).