jueves, 10 de marzo de 2016

El mundo de hoy (ideas sueltas leyendo 1984)

"El mundo de hoy, si lo comparamos con el anterior a 1914, está desnudo, hambriento y lleno de desolación; y más aún si lo comparamos con el futuro que las gentes de aquella época esperaba."
-1984, George Orwell.
Pasó la primer guerra mundial y dejó un enorme saldo de muertos (los números rondan entre 10 y 31 millones*) y un número mucho mayor de almas confundidas y desoladas, quizá fue para la humanidad como cumplir 13 años y dejar la inocencia de la infancia (discutible cuánta inocencia quedaba tras tal infancia).
Segunda guerra mundial, acercándonos al contexto del libro de G. Orwell, se llevó 60 a 73 millones* de vidas.

No vivimos (quiero creer, pero es discutible) en un mundo tan distópico como los que pintaron hace no tanto tiempo Bradbury, Orwell y Huxley. ¿Estamos en camino? ¿El peligro estuvo pero pasó? Difícil decirlo. Lo cierto es que existen hoy sobre el globo un puñado de naciones muy ricas con alta predominancia de barrigas llenas, otras varias naciones con menos riquezas pero igual acceso a la educación e Internet, y otras varias repletas de los desechos producidos por las del primer y segundo grupo. Pero en las tres clases hay gente inmensamente feliz y otra que vive luchando contra la depresión y el cáncer (o ambas).

A veces pienso que vivimos entre las utopías y distopías de grandes idealistas de tiempos pasados y presentes (quizá futuros), hilvanando un día con otro como se puede.


Como todo en la vida, depende de la perspectiva que se use para juzgar la situación el nivel de drama que consideraremos adecuado achacarle. Desde Al Gore hablándonos del  calentamiento global hasta un refugiado que logró escapar de Corea del Norte, hay evidencias de que no vivimos en un mundo feliz. Pero andá a preguntarle a un francés cómo se vive hoy respecto de cómo se vivía en 1916.

Al final resulta que si hacemos una interpretación libre y metafórica de esa cita de G. Orwell podemos decir que es vigente hoy, después de todo hay hoy en el mundo miles de millones que pasan hambre (carecen de pan o carecen de combustible emocional), pasan frío  (por falta de abrigo o de abrazos), y viven juntando pedacitos del alma que se les van cayendo, entre sueños rotos de una vida mejor. El mundo de hoy es un eco del tango:

Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias, sabe que la lucha es cruel y es mucha pero lucha y se desangra por la fe que lo empecina. Uno va arrastrándose entre espinas y en afán de dar su amor sufre y se destroza hasta entender que uno se ha quedado sin corazón.

Mi punto, quizá, es este: no sé si se sufre más hoy que ayer, o si se sufrirá más mañana, pero cabe especular que si antes se sufría más que hoy de hambre, hoy se sufre más que ayer de sueños rotos y de amor.


*números de wikipedia (https://es.m.wikipedia.org/wiki/Anexo:Guerras_por_número_de_muertos) que bien podrían ser terriblemente falsos, pero cuando los números son tan altos perdemos perspectiva y se vuelve todo un problema estadístico; el punto es este: mucha sangre.

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