martes, 13 de octubre de 2015

Trato de animarme a ordenar la historia, mi historia, y cuanto más trato y más tardo, más me acuerdo de "la novela del neurótico" y pienso en Freud y en los hilos invisibles que nos unen a todos los neuróticos, y pienso en qué es la neurosis, qué hemos hecho de la neurosis, y de los términos abstractos e indefinibles en general, que crecen y cobran vida y van mutando año a año cual Influenza. Y pienso que somos todos amigos y nos encontramos todas las almitas neuróticas o quizá somos todos neuróticos, o quizá nadie es neurótico; y pienso en las clasificaciones y el DSM y en la necesidad humana de ponerle nombre a todo lo que toca, a todo lo que ve, como si el nombre lo explicara. Quizá hay algo ahí en el lenguaje, volvemos a la salud mental, ahora por Lacan, como con los síntomas, que al darles nombre se aquietan o hasta se evaporan. Y el término estrés. Todos insondables. 

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