domingo, 2 de octubre de 2011

Back to me.

No lo sabés, pero cada vez que reapareces en mis días, hacés que vuelva a ser esa adolescente que se ríe sin saber porqué y sueña despierta. Haces que el aire tenga ese olor a ananá.
No lo sabés, pero me enseñaste muchas cosas. Muchísimas. Y acá estas una vez más, después del drama, para teñir de rosa mi ánimo.

Gracias a seres especiales como vos, aprendí que en la vida hay pocas personas que tienen ese don de hacerte sentir bien y recordarte que la vida sigue girando, y va por más. Y que los motivos hacen falta para estar mal, no para estar bien. Que hay que divertirse.
Pero también aprendí algo muy importante sobre ustedes, y es que pertenecen al viento. Van y vienen e intentar retenerlos es estúpido. Eso les otorga aún más misterio. Aprendí que de ustedes se puede aprender mucho, y se los puede querer mucho, pero que su forma de manifestar sentimientos es distinta, y que esta bien.

Es por eso y sólo por eso, que hoy no sabés que te hablo a vos. O quizá si, quizá sí lo sabés, y está bueno que lo sepas. Y que sepas que cuando digo que aprendí mucho de vos no me estoy poniendo cursi.

Pero esto no era lo que venía a decir. Lo que venía a decir es que, una vez más, me ayudaste a volver de mi ensimismamiento. Y por eso te agradezco y te dedico este minuto. Gracias.

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