viernes, 23 de diciembre de 2011

Fragmentos de "Entregada al ridículo"

..." Nunca había hecho nada malo en mi vida y la estaba pasando genial. El personaje me encantaba y quería ir por más. En definitiva, él había tenido el tupé de venir a mi casa con su nueva novia y eso se paga caro. "...

..." No tenía ningún trabajo estable, pero un optimismo a prueba de balas. ¿Viste esa gente insoportable a la que todo le sale mal, pero es súper positiva? Bueno, esa boluda alegre era yo. "...

..." Al hombre no le gusta que te metas en su terreno, pero cuando se da cuenta de que no pensás salir, le divierte que te quedes. "...

..." Las biromes, los encendedores y los chupetes son objetos que, está comprobado, tienen vida propia. "...

..." Hay otras situaciones en las que me esfuerzo por ser cordial con mi interlocutor y si, por ejemplo, me hace un comentario al estilo de "me encanta el invierno", para evitar ese cri cri que deja al otro de garpe, respondo frases como: "Si, a mí también me gusta el invierno porque si tenés frío te podés abrigar, en cambio si tenés calor no te podés sacar nada". El otro me mira como subestimando lo que digo, y es muy injusto porque lo hice para hacerle la gamba y él no lo valora. "...

..." Es que en mi cabeza tengo todo el tiempo dos niveles de pensamiento: lo que pienso, y lo que pienso de lo que pienso. "...


Dalia Gutmann, Entregada al Ridículo.

1 comentario:

  1. jaja muy bueno. Me lo tenes que pasar! y el de la otra vez también!

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