lunes, 30 de diciembre de 2013

Adiós 2013

Henos aquí nuevamente, como hace 365 días, como todas las otras veces que nos sentamos a pensar "se nos acaba el año. Se nos acaba... qué?". Después de varios años en este planeta, de varios cambios de año en que las tradicionales reflexoines de cierre y de inicio tienen lugar, esta vez no sé si siento que se termina un ciclo y se inicia uno nuevo. Creo que cuando inicié este 2013 entré en un ciclo distinto, con su propio metrónomo, marcando caprichosamente sus propios pulsos agitados o pausados pero que no se corresponden con el almanaque. Será por eso, quizá, que no siento que se cierre un ciclo con la despedida de este paquete de días, será que aún no asimilé que así como se pasa a un nuevo nivel, se termina el que se estaba jugando. 

Atesoro las tradiciones de todo tipo en el fondo de mi alma, pero el cambio de año que corre en el mundo en este momento no parece avivar en mí ninguna sensación especial. Al menos, esta vez.

Quizá tenga que ver con que no he comenzado a asimilar el ingreso al próximo nivel. Resulta plausible, ya que el nivel que acabo de ganar resultó ser mucho más complejo de lo que hubiese podido imaginar cuando inició. Y no es cierto que es siempre así. No es como para no intentarlo, tampoco. Me pregunto si en realidad este año que inicia seguirá trayendo cosas inimaginables para mi yo de este espacio-tiempo. No con demasiadas ansias, aún traigo la mente cansada de la subida reciente. Y si bien la amenaza cesó, es sólo posible que el miedo no se haya decidido a evaporarse completamente aún. 

Quizá me cansé de pedir deseos generales a la luz de la pirotecnia en el cielo del patio de casa otro 31 de diciembre. Y nunca fui fan de los deseos puntuales, me resultan tontos cuando no se tratan de mejorar la salud de un enfermo u otras cosas en esa línea de gravedad. Quizá aprendí que librar las cosas a la suerte sólo es útil en esos segundos cósmicos previos a una gran prueba de la vida, donde ya pasó el momento del entrenamiento y sólo se puede rezar al sol más próximo que envie buenas vibras. No lo sé. 
Sin embargo, este diciembre en particular me encuentra bastante quieta en lo que respecta a las inquietudes de mi alma, y el cambio de año trae las energías revitalizantes de los nuevos comienzos que empujan al inconsciente a bailar. 
Y porqué no puede tratarse el año nuevo sobre eso, sobre revitalizar el alma para bailar?

domingo, 22 de diciembre de 2013

Volver a bailar descalza.

Creo que como humanos siempre tratamos de caer bien a otros, incluso los que se conducen como si no les importara la opinión ajena, porque somos seres sociales y vivimos rodeados de nosotros mismos, escapar es sólo posible en las psicosis, cuando se corre de otras cosas. Sí creo que hay personas que han llegado a un maravilloso estado donde si bien desean agradarle a otros, eso no los condiciona, en general, para estar felices y relajados. Todas las personalidades son algo multifacéticas y mostramos las distintas caras de nuestro ser conforme cambiamos de hábitat, ya se ha establecido esto. Lo que a veces puede suceder es que nos quedemos como prendidos de una de ellas y se corra la balanza hacia un costado... eso puede llevar a una pequeña crisis. 
El truco no es tanto no mentir a los demás sino no mentirse a uno mismo. Jamás. Para luego poder volver en el tiempo y decidir que, al fin y al cabo, uno hizo las cosas bien. Porque mentirse a uno mismo es entrar en un mundo cuasi surrealista donde no se controla bien la trama. La ficción nos soreprende de pronto con pequeños giros y el ambiente se torna oscuro y confuso, quizá hasta esotérico. 

Estoy algo cansada de correr hacia mí y escapar de mi misma. En las pequeñas cosas, claro, pero que resultan ser las más grandes. La identidad es algo complejísimo, y tenemos la horrorosa tendencia a chocar contra ella una y otra vez una vez que está constituída. 

Rodearse de caras nuevas puede distraernos y sacudirnos un poco, pero para volver en sí quizá lo mejor sea ver esas amables caras de siempre y un espejo. Escuchar la música que nos lleva a abrazarnos el alma y bailar descalzos. Tomar un té.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

El temor esta vez.

Esta vez elegí quedarme con la calma.
Porque siempre nos va a invadir la inseguridad en el último minuto. Siempre vamos a sentir que nos habría venido bien más tiempo. Siempre nos van a torturar esos fantasmas la noche previa a grandes eventos. Pero hoy elijo no ceder. Elijo neutralizar un poco mi querida neurosis y quedarme donde estoy. Las horas van a pasar igual y la mente tiene caminos desconocidos, pero llegar es posible. Debe ser posible. 

Esta vez elegí aferrarme a la calma cuando vino a visitarme, cuidarla. Cultivarla sería mucho porque no queremos que se quede lo suficiente como para que dejemos de extrañarla. Elegí aceptar que ese último segundo clave puede ser otro de los miles de segundos que aún me quedan, que tiene que ser justo éste. Elegí reconfortarme.
No es un cambio de paradigma, simplemente es un pequeño ajuste. La historia (o mejor dicho, la mañana) me juzgará. De cualquier manera, pasarse al lado del equilibrio siempre es una buena inversión. 

Y ahora me retiro, como todas las otras veces me retiré. Me juego la última carta, después de haber mezclado como siempre mezclé. Y espero obtener resultados similiares. Porque hace mucho aprendí que no se trata sólo de sentarse a esperar; pero existe un punto en el tiempo en que es todo lo que puede hacerse. Toda gran batalla coronada de rosas o sangre, fue precedida por esos minutos de calma quieta, de silencio atemorizado del temor. Esta vez elegí luchar contra ese temor. 

Y con algo de suerte, no podrá resultar mal, porque los cimientos están correctamente calculados.

lunes, 2 de diciembre de 2013

"Haciendo lo imposible me divierto"



Me vieron cruzar - Calle 13.

Y los deseos me vieron nacer 

los árboles me vieron crecer 
el océano me vio navegar 
las estrellas me vieron cruzar 
las estrellas me vieron llegar 
las estrellas me vieron perder 
las estrellas me vieron ganar 

Perdonen que me agrande 

pero soy un barrilete cósmico 
lo mas grande 

navego contra el viento 

haciendo lo imposible me divierto,
hasta que su objetivo complete 
este jinete no se baja del cohete,

por un campo minado 

de terrenos peligrosos 
me esquive todas las trampas de osos,

diariamente el sol fue mi testigo 

y la luna, la que me regalo el camino,


me cai pero me levante de la primera

como se levantan las flores en primavera,


sin rasguños, se hace pequeño 

el universo cuando levanto mis puños,


le dije a mi coraje 

antes que te de calambre,
cocíname las ganas que 
mis sueños tienen hambre.

Y los deseos me vieron nacer 

los árboles me vieron crecer 
el océano me vio navegar 
las estrellas me vieron cruzar 
las estrellas me vieron llegar 
las estrellas me vieron perder 
las estrellas me vieron ganar 
las estrellas me vieron correr 
las estrellas me vieron volar 
las estrellas me vieron perder 
las estrellas me vieron ganar... 

si se desmayan mis rodillas,

si se me cae el cielo,
si se desfigura el día y 
se convierte en hielo,

si mi sangre se torna,

color tu verde frio,
si mi valor tiene el 
estomago vacío,

si mis sueños se pelean 

con la suerte,
puede que el fracaso abra 
los ojos y despierte,

pero estoy preparado para 

los días salados,
cualquiera que camine 
se tiene que haber resbalado.

caí con todo el peso 

pero si es fuerte la caída mas 
impresionante será mi regreso;

ya no corro, le salieron 

alas a mis botas 
mi cuerpo navega por el aire 
FLOTA.! 

voy contra todo 

hago sudar al viento,
cada paso que doy va 
narrando un cuento,

hasta mis hazañas se asombran,

la historia me persigue 
por que la convertí en sombra!

Y los deseos me vieron nacer 

los árboles me vieron crecer 
el océano me vio navegar 
las estrellas me vieron cruzar 
las estrellas me vieron llegar 
las estrellas me vieron perder 
las estrellas me vieron ganar 
las estrellas me vieron correr 
las estrellas me vieron volar 
las estrellas me vieron perder 
las estrellas me vieron ganar...
.



Gracias por tanto. Cruzando caminos insospechados. Hoy cierro una puerta que durante años temí abrir. Tras un largo camino hoy puedo decir que cada paso valió la pena y cada caída me hizo más fuerte. Cada temblequeo me devolvió la confianza y transformó mi fe. 
Ahora a por más.
Kadima rak kadima.

Miedo, capítulo final.

Capítulo final. Porque salga bien o salga mal, todo termina en algún momento. Y esto de martillarme la cabeza y retorcerme en los rincónes más inéditos de mi alma ya no va más. Ya está. Basta.

It's been a hell of a ride, con momentos geniales y momentos horribles. Y si bien en general la pasé bien, y me gusta lo que hago, debo decir que en la balanza los malos momentos le ganan a lo demás. En peso, no en duración; no como para decir que lo haría distinto, o como para arrepentirse de cosas. No, creo que estuvo todo bastante bien como estuvo. Las cosas malas estuvieron todas fuera de mi alcance casi completamente y creo que he logrado manejarme bastante bien. Considerando que he tenido que fabricar mis propias herramientas de lucha sin modelo, creo que he logrado probar, al menos hasta ahora, que merezco el lugar que estoy tomando... Pero queda la prueba final, la prueba de fuego. Todo se termina de definir en unas horas, donde puede que todo haya valido la pena o que todo haya sido en vano. 
No puedo sacarle dramatismo, lo siento. El camino se fue haciendo más difícil y obstáculos sobraron, quizá algo se averió en la máquina que designa cuál es el nivel de dificultad del juego. Pero así y todo aquí me encuentro, aún entera. 
Hoy decido tomar un respiro y dejarme llevar. Quizá después de todo sea ésa mi última carta, dejar que las cosas se acomoden solas. Quizá debo volver a darle a la vida un voto de confianza. Quizá después de todo, pedir deseos a las estrellas no resulte tan ridículo.

Unas respiraciones más y a decidirse, que el tiempo por desgracia no sobra! Cada segundo que pasa duele, pero, como tantas otras veces, hay que luchar para que duelan cada vez un poco menos para poder seguir luchando. Ninguna lucha es eterna, gracias a dios, y la mía está por terminar. Por lo menos hasta la próxima batalla, pero el intervalo en el horizonte se pinta irresistible, cual oasis en medio del desierto. 
Quizá no sea mala idea después de todo frenar un poco y respirar. Sí. Creo que es posible volver a confiar en que todo saldrá bien. Quizá no sólo es necesario, sino que es productivo.
¿Es que no tengo nada que perder? Bueno, no. Pero tampoco tengo qué ganar viviendo a pura desconfianza, tratando de prepararme para el elemento sorpresa llena de insatisfacción y miedo. 
Miedo.
Quizá sea hora de volver al inicio, de volver a ponerme en esa piel que me permitió llegar a donde estoy ahora. Quizá, si cierro los ojos y respiro profundo, lo logre.
Y quizás así, las cosas salgan bien.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Miedo (tercer capítulo)

Bueno, una vez más en el mismo lugar. Se dice que no pueden obtenerse resultados distintos sin añterar la fórmula; me pregunto si funcionará al revés? 
Cada vez el miedo tarda más en llegar, y quizá cada vez tarde más en irse también. Sigue apareciendo igual, obvio. El miedo es algo bueno, se supone, nos mantiene alertas. El problema es cuando se va más allá, cuando paraliza. Terror. El terror es malo. Pero la línea es tan fina que es difícil no pasarse.
Otra vez acá y con algo de suerte la última. Ya intenté contar becerros antes de tener vacas y no me funcionó, así que no voy a tomar ese camino. Soñar es gratis de todos modos. 
Otra vez acá. Queriendo que las horas vuelen sin que me dé cuenta, queriendo saltar en el tiempo. 


Puedo pasar esto. Para bien o para mal, hay senderos que deben cruzarse para llegar al horizonte, sea cual sea aquél que tengamos en la mira. Meterse en el barro y salir airoso sería genial. Tengo el uniforme ya manchado de trampas viejas, la mente cansada y el cuerpo inquieto. Tengo menos energías que al principio, pero sé que puedo, en algún lugar alguien me sigue empujando. Frente a la pileta de arena me pregunto una vez más si la cruzaré invicta. Traigo conmigo todas las fuerzas que me quedan, mi mejor intento y el karma de mi lado. Cierto es que podría estar mejor preparada... Pero le tiempo va en un solo sentido, y también nosotros. Cerrar los ojos e intentarlo es todo lo que puede hacerse, no darse por vencido ni aún vencido...
Tomar aire y...
Kadima rak kadima.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Drowning

Miles de voces en mi cabeza hablan, se interrumpen, monótonas, titubeantes, todo al mismo tiempo. Siento que floto. El miedo dio paso al hastío, y de ahí a un temor más moderado pero persistente. En la recta final, es mentira que resulta más fácil seguir peleando porque "es el último esfuerzo". 
En todo caso la frase genera más presión, porque si hacés las cosas mal, sos un idiota que no fue capaz de sacar energías del aire para no tener que tirar todo por la borda. 
La angustia de la preparación para la batalla es matadora, arrasa con la psíquis del que la padece y a veces con la de aquellos que lo rodean. ¿Qué es hacer las cosas bien?

Una vida de jactarse (justificadamente) de esa capacidad de hacer el último esfuerzo, pasar el último examen, correr los últimos minutos, tomar la última dosis del remedio. 
De nada sirve sentarse a llorar porque las energías no alcanzan. Luchar incluso cuando parece no existir manera de lograrlo. No darse por vencido ni aún vencido.

Todavía no termina la tremolina. El camino fue sinuoso, y aún queda el golpe maestro por delante. Se divisa el obstáculo a cruzar, como siempre inspira temor, pero no estan imponente ahora que ya ha sido vencido. Nada esta dicho aún, todo se transforma. 

A seguir luchando. Será entonces, hasta la próxima batalla.

sábado, 26 de octubre de 2013

Control y opinología.

Resulta interesante lo importante que nos resulta tener el control. El control de las cosas, de la gente, de nuestro trabajo, de nuestra mente, de nosotros mismos. Quizá no somos del todo conscientes de poseer el control de ciertas cosas, pero en el momento en que perdemos ese control, de pronto todo se torna borroso, vago. Algo está mal, no queda claro qué ni por qué.

No hablo de tener el control en el sentido de obligar a otros a hacer lo que uno quiere. O quizá sí. Me refiero a tener cierto poder sobre las situaciones, tener el poder de veto. Control en el sentido de que la palabra de uno tiene un efecto en la toma de decisiones, en el resultado de las cosas.


Quizá la razón por la que se opina tanto de todo, incluso cuando no se tiene idea de qué se está diciendo, tenga que ver con que el hecho de poder opinar nos da cierto aire de control. Quizá dar nuestra opinión nos hace sentir que aportamos datos importantes que deben ser tenidos en cuenta al resolver cierto problema. Quizá cuando nos cuentan algo opinamos sobre ello e inconscientemente pensamos que si no le dábamos nuestra bendición sobre ese tema a tal persona, ubiera tomado una decisión disitinta. Quizá opinamos para manifestar, sin saberlo, que nuestra opinión hace una gran diferencia, que nuestra opinión tiene peso sobre la decisión del otro, que con ella podemos ejercer cierto control. Aunque sea mentira. 
Quizá incluso el formular una opinión tenga que ver no sólo con querer controlar la postura del otro, sino con querer controlar el debate en sí, el tema sobre el que se está hablando. Quizá tenga que ver con querer controlar nuestra propia mente, con querer mantener cierto orden de pensamiento.

Quizás no, quizás sólo es mi opinión de hoy, para tratar de ordenar todo esto en mi cabeza.

martes, 15 de octubre de 2013

"Usted quiere llegar a ser usted mismo, ¿cuántas veces se lo he oído decir? ¿Cuántas veces se ha lamentado de no haber conocido la libertad? Su bondad, su deber, su fidelidad, son los barrotes de su prisión. Estas pequeñas virtudes ocasionarán su muerte. Debe aprender a conocer su propia maldad. No puede ser parcialmente libre: sus instintos también ansían la libertad. Esos perros salvajes ocultos en el sótano, ellos también ladran reclamando ser libres. Escuche, ¿no los oye?"

"El día que Nietzsche lloró", Irvin Yalom.


jueves, 3 de octubre de 2013

Viejos recursos

Mirar para atrás a veces nos ayuda a superar pequeños (o grandes) obstáculos con los que nos hemos topado antes. Pero como dijo no recuerdo quién en este momento, no nos bañamos en el mismo río dos veces porque ni el agua es la misma, ni nosotros. 
Es cierto que el humano tiende a tropezar varias veces con la misma piedra... Pero sería estúpido no tener en cuenta que sí se aprende de cada raspón, de cada caída. Levantarse puede ser cada vez más dificil si usamos el pasado como sofá, pero puede ser cada vez más sencillo si lo usamos como trampolín (otra adaptación de una frase que ví por ahí). 
Tendemos a pensar en estas dos opciones: o más fácil o más difícil levantarse, según la experiencia.
Pero existe una tercera: puede pasar que el haber superado el obstáculo en tiempos pasados, nos ayude a superarlo esta vez, porque nos sabemos capaces. Y sin embargo, al mismo tiempo, el miedo de reincidir y volver a tropezar nos complica el levantarnos. Y por ahí nos quedamos sentados con cara de mo entender bien qué pasa, con impotencia, con miedo. 
Qué cosa el miedo. M I E D O. Tantas formas, tan variable. Tan difícil admitir que lo sentimos. Tan oscuro, tan rápido, tan poderoso, tan abrumador. 

No sé si esta vez sirva todo lo pasado. No sé qué sea, quizá es que esta vez hablamos de varias piedras pasadas a la vez, quizá sea que ya estamos cansados. Estando tan cerca... Pero vale la pena seguir? CLARO QUE SÍ. Lo termino de escribir para reafirmar la idea: vale la pena seguir luchando? SI. Mil veces sí. A aferrarse a aquello que nos hace bien, y mirar para delante. Hay tantísimos recursos y tiempo infinito, porque las pausas cósmicas están ahí si se está dispuesto a tomarla.
Y si nada funciona.... Quizá símplemente sea hora de irse a dormir. 
Quién sabe... Quizá el universo se acomode sólo esta vez... Confiar es otro recurso.

domingo, 29 de septiembre de 2013

"Eso es el aprendizaje. Usted entiende algo de repente y entiende toda su vida pero de una forma nueva." 

Doris Lessing.
"Es asombroso que no haya abandonado todos mis ideales. Parecen muy absurdos y poco prácticos, y sin embargo me aferro a ellos porque todavía creo, a pesar de todo, que la gente es realmente buena en el fondo de su corazón"

Ana Frank.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Ceder.

Vivimos entre un constante tire y afloje de un montón de cosas a nuestro alrededor. Constamente estamos decidiendo qué caminos tomamos según el orgullo o inseguridad que nos va quedando en el momento. Raras veces nos da igual, aunque hay una especie particular de humano a la que tiende a darle todo lo mismo. 
A veces tenemos claro el camino a seguir por haber planeado toda la historia vidas atrás. A menudo para que tras haber deseado estar en cierto lugar por mucho tiempo, una vez que estamos allá queremos tratar de mantener todas las cosas del mismo modo que habíamos imaginado. Será capricho? Puede ser, pero también hay un tema de orgullo, creo. El haber llegado a ese lugar, implica un logro. Y encontrándonos en otro nivel, queremos que pasarlo sea un poco más difícil, de modo de poder seguir creciendo. Para algunos tiene que ver con poder decirle a los demás "mirá todo lo que hago, mirá todo lo que sé". Pero para mí es más bien decirme a mí misma "mirá todo lo que hiciste". Es una cuestión de superación personal, de saber que estoy aprovechando todas las oportunidades que tengo a mano. Bueno, todas no, la mayoría. O las que me hacen más feliz. O las que puedo manejar tratando de mantener un balance para ser feliz. 

Como dije tantas veces, opino que lo importante es tanto el llegar como el camino. Por lo que tengo metas a corto, mediano y largo plazo, e intento disfrutar el nivel como el momento de pasarlo.


Estoy perdiendo el foco. Lo que descubrí recientemente es que muchas veces se quiere mantener cierto nivel de complejidad una vez alcanzado x nivel, porque sentimos que otra cosa no es digno del mismo, o que "sería retroceder, y queremos ir para adelante". Pero a veces hay que tomar atajos.
Los atajos son peligrosos y hay quienes no lo piensan dos veces antes de tomarlos, hay quienes entran con los ojos cerrados... Pero también están los que, como yo, se muestran reservados. La masa suele recomendar los atajos por ser el camino más fácil y, hay que admitirlo, vivimos en esta sociedad que toma ese modelo. Seguir el camino difícil implica esfuerzo y mucho empuje, pero resulta más meritorio y a menudo, sino siempre, es del que más aprendemos. 
Pero para llegar a la meta final, hay que ceder algunas cosas y confiar, para evitar volverse locos. No digo que sea imposible llegar por mi camino original, pero, al fin y al cabo... ¿Por qué no tomar el atajo, cuando no es insano, se ve tan seguro y sé que, por lo menos por ahora, hay vuelta atrás? 



Por Leonid Afremov.

domingo, 15 de septiembre de 2013

"... no puede ocurrir de otro modo: es en el mundo de la ficción, en la literatura, en el teatro, dide tenemos que buscar el sustituto de lo que falta a la vida. (...) Es por cierto demasiado triste que en la vida haya de suceder lo que en el ajedrez, donde una movida en falso puede forzarnos a dar por perdida la partida; y encima con esta diferencia: no podemos inicar una segunda partida, una revancha. En el ámbito de la ficción hallamos esa multitud de vidas de que necesitamos. Morimos identificados con un héroe, pero le sobrevivimos y estamos prontos a morir una segunda vez con otro,  igualmente incólumnes.

Freud, "De guerra y muerte. Temas de actualidad. (1915)"

jueves, 5 de septiembre de 2013

Miedo (segundo capítulo).

No quiero que se me haga tradición (mucho menos cábala), pero me prometí a mí misma que iba a dejar reflejada en algún lado la sensación que tengo ahora. La primera vez estaba asustadísima porque no sabía con qué iba a encontrarme, y ahora que tengo una idea, sigo asustada. Creo que es algo que no se va, aunque tener una idea de cómo es, ayuda, siempre. Hablo de un examen, sí, pero puede aplicarse a cualquier cosa. 
Mi optimismo sufrió alzadas y bajadas, y ahora no sé en que punto estoy. Gruñona, cansada, ermitaña, el último mes de mi vida fue interesante, pero no puedo esperar a que termine. 
No sé. No sé qué decir. Cada pensamiento es un grano de sal, y mi cabeza es el mar. Y ahora hay una terrible tormenta. Sólo espero que, con algo de suerte, la tormenta pase mañana, y el agua de lluvia ayude a diluir los remolinos que me hunden.

Continuará.

If- Rudyard Kipling.

IF




IF you can keep your head when all about you 
Are losing theirs and blaming it on you,
If you can trust yourself when all men doubt you,
But make allowance for their doubting too;
If you can wait and not be tired by waiting,
Or being lied about, don't deal in lies,
Or being hated, don't give way to hating,
And yet don't look too good, nor talk too wise:

If you can dream - and not make dreams your master;
If you can think - and not make thoughts your aim;
If you can meet with Triumph and Disaster
And treat those two impostors just the same;
If you can bear to hear the truth you've spoken
Twisted by knaves to make a trap for fools,
Or watch the things you gave your life to, broken,
And stoop and build 'em up with worn-out tools: 

If you can make one heap of all your winnings 
And risk it on one turn of pitch-and-toss,
And lose, and start again at your beginnings
And never breathe a word about your loss;
If you can force your heart and nerve and sinew
To serve your turn long after they are gone,
And so hold on when there is nothing in you
Except the Will which says to them: 'Hold on!'

If you can talk with crowds and keep your virtue,
Or walk with Kings - nor lose the common touch,
If neither foes nor loving friends can hurt you,
If all men count with you, but none too much;
If you can fill the unforgiving minute
With sixty seconds' worth of distance run,
Yours is the Earth and everything that's in it,
And - which is more - you'll be a Man, my son!



jueves, 15 de agosto de 2013

Abstracción.

Freud decía que el estar quieto mucho tiempo en actividades donde uno debe abstraerse, como el estudiar, podía despertar las pulsiones, inquietarlas, avivarlas un poco. 

Qué tendrá el escritorio y la vista de los libros abiertos sobre el escritorio, la ventanilla del colectivo, la ruta, el cuadro en la sala de espera del médico que nos hace abstraernos momentáneamente de la realidad y soñar despiertos? Incluso los menos creativos sueñan despiertos. 

miércoles, 10 de julio de 2013

"It's not too bad when the sun's out, but the sun only comes out when it feels like coming out."

The Catcher in the rye, J. D. Salinger.

domingo, 30 de junio de 2013

Quizá el momento en que sentimos que necesitamos más aceptación que lo habitual... 
  sea el momento en que necesitamos más aceptación de nosotros mismos.


miércoles, 26 de junio de 2013

Siento que saludo al sol en mil idiomas diferentes, y aún así todo lo que veo frente a mí es la pared.


Prólogos

Con la mente en cualquier otro lado y el ánimo dormido, me propuse una listilla de cosas a hacer para salir de este piloto automático que me está matando. 
Todo esto a modo de introducción, porque tengo ganas, y de paso demuestro mi punto.

No le pasa a todo el mundo, pero un gran porcentaje de aquellos que deciden abrir un blog o algo por el estilo, se sienten inclinados a explicar porqué en la primer entrada. Yo soy una de esas personas, pero no viene al caso. Algo nos impulsa a hacer una gran introducción, que motivará a los posibles futuros lectores y a nosotros mismos a seguir leyendo. Queremos dar una explicación cool, que quede simpática e interesante, que genere un efecto similar al que nos generan los primeros minutos de las películas que empiezan con imágenes de una ciudad y una voz en off profunda o adolescente, según. 
En general, no da resultado. Quizá queda interesante y simpática la introducción, pero nunca como a uno le gustaría. Y no es de inconformista, simplemente es como es, tiende a ser así.

Leyendo una de estas introducciones, autobienvenidas a blogs, tracé mentalmente una relación con lo que me generan los prólogos de los libros.

Hablando en general, claro, hay prólogos y prólogos. Pero últimamente noto que se da lo siguiente, con gran emoción de estar finalmente leyendo ese libro, comienzo a leer el prólogo, y para cuando terminé se me durmieron las ganas, un poco. Hay algo en los prólogos que se va de tema, que nos describe otra cosa que no es exactamente la trama del libro, no es exactamente un resumen introductorio coincidente con lo que el autor quería comunicar... Quizá soy yo, es más que posible.

Durante algún tiempo sostuve la teoría de que los prólogos eran a la historia lo que el primer capítulo del libro, a un libro a Borges. Uno lo lee sin entender muy bien qué está diciendo, lo olvida rápidamente y comienza a leer el libro en sí, y al terminarlo, relee el primer capítulo de nuevo redescubriendo no sólo su original significado, sino partes tácitas de la historia en su conjunto.
Pero no, ya no creo que sea así.

No he leído hasta ahora prólogo que me introduzca realmente a lo que leería a continuación. Pero, de nuevo. Quizá sea sólo yo.

Quizá lo mejor sería entonces empezar a escribir sin pedir permiso, y después de haberse familiarizado con el habito de llevar una historia bajo el brazo, comenzar a escribir su introducción... 
En mi caso sé que mi gran error al escribir fue siempre querer empezar por el título o el prólogo. La excusa para escribir. Cuando en realidad, las ideas en mi mente no empezaban a formarse al minuto en que me aproximaba al papel, sino antes, mucho antes.

jueves, 13 de junio de 2013

Miedo

Debo tener muchísimas entradas bajo un título similar a este. 
Debo tener muchísimos momentos en que me sentí con muchísimo miedo.
Pero este es diferente. Como todos, pero es diferente. 

No sé, ya no sé que siento. Me siento un poco tonta por tener tanto miedo a una cosa tan sencilla. Pero después me acuerdo que no es sencilla... No sé. Mientras disfrute el proceso, está todo bien. La parte del parcial nunca es disfrutable. Uno le puede poner onda pero disfrutable no va a ser. Disfrutables pueden ser los primeros momentos después del parcial, porque "ya pasó".
Qué tema ese, esperamos a "que pase". Llega un punto en que no importa si va bien o mal (mentira, pero es la sensación del momento), sólo queremos que "pase". Que sea el día siguiente al examen. No queremos pasar por esa situación frente a la hoja o frente al examinador. Yo tengo una teoría y es que lo que no queremos hacer es estar frente a nosotros mismos y la debilidad que nos impone el otro. A ver, sin delilarla mucho. Lo peor no es el examen, sino las caras que nos pone el que nos pregunta mientras nos pregunta y mientras pensamos. Pensamos? Pensar está difícil cuando querésresponder  bien, acordarte de todo, poder relacionarlo con eso otro, mostrar que estudiaste, que sabés... No sé.

Me preocupa lo mucho que "no sé" últimamente. Viene siendo una frase común en mi discurso, muy usada... Me preocupa que me afecte más de lo ideal el estar teniendo que agachar la cabeza frente a todos los demás, que saben mucho más... Medicina tiene ese estilo.

Me quedaría a explicarme bien y a tratar de entenderme, pero no puedo. Voy a hacer las cosas bien y voy a jugar mi última carta... Dormir y dejar que el mundo se acomode, para que mañana la suerte esté de mi lado.

No sé.

lunes, 3 de junio de 2013

(Reflexiones tras 19 años, domingo, y tras ver "the adjustment bureau")

Creo que es sobre trabajo duro. Que no es casualidad. Sí creo que existe la casualidad...creo.
Creo que existe, pero que la gran mayoría de las veces se lleva el crédito que no le correponde. 
Creo que esos momentos de suspenso en que esperamos que nos canten el resultado que finalmente ateibuimos a la suerte... esos instantes de suspensión... no sé. No sé que son. No sé si son buenos o malos. No sé.

Creo que no es suerte. Que es habilidad, o trabajo duro, según la ocasión, según la persona. Algo de suerte hay, algo de cósmico. Pero poco. 

No creo en el destino. Nunca creí, pero no puedo afirmar que seguiré creyendo lo mismo. 
No creo que sea justo endilgarle el peso de nuestras decisiones a una fuerza superior, ajena... pero allá ellos. No sé.

No sé si es más fácil o más difícil así. Las dos. Ninguna. 
Es.

Creo que se trata de eso un poco. Creo que a veces se trata de dudar, de no saber... Ahora creo que de eso están hechos esos segundos de suspenso... De duda, de replanteo... Es habilidad, trabajo duro, o es suerte? O es destino?

Me gusta no atar la reflexión a una historia particular. Me gusta porque se puede aplicar este hesitar a situaciones con diverso nivel de drama, de intensidad. Quizá hablamos del tiempo que nos lleva hacer una tostada, quzá hablamos de los segundos previos a elecciones del ganador supremo de x cosa. 

Creo que tiene que ver con eso, con la aplicación ilimitada que tiene la duda. El drama, la intensidad... Puede agregársele condimento a casi todas las escenas de la vida. A veces es sano y a veces no. Sano no sé. A veces hace bien y a veces no, que no es lo mismo. 

Sé que salir del cine corriendo unos metros en la ruidosa Rivadavia aquella vez rememorando la escena de la película que acababa de vivir me hizo bien. Sé que quiero hacerlo de nuevo. Creo.

Creo que estoy fuera de mi límite, siendo tarde otra vez. 
Sé que quiero acción e intensidad, quiero aventura. Y sé que la vida no es drama 24.7. Sé que no es así, y que así estamos bien. Sé que hago lo que quiero, porque puedo. Sé que puedo y eso está bueno. Poder y saberlo, las dos. Creo que estoy bien igual. Nunca sé cuál es la camtidad justa de tensión que hay que ponerle a estos días. No quiero pasarme, ya lo he hecho y no quedó bien. No quiero quedarme corta, porque nunca me pasó y tengo miedo de que pase ahora. No sé.

Sólo sé que esto sigue. Que en un mes ya va a haber pasado. Todo es tiempo. 
No sé. 
Va a estar todo bien... Creo.

sábado, 25 de mayo de 2013

miércoles, 22 de mayo de 2013

Se puede.

Creo que estamos muy acelerados. Creo que hay que parar. Creo que tenemos que entender que esto es normal. Que pasa. Que no le pasa a todos, pero que pasa, y al fin de cuentas, qué importa, nos pasa. Y es normal. Y que es terrible, y angustiante, pero que no nos va a matar.

Que la vida no es sólo sobrevivir lo sabemos. Y la carrera lo mismo, uno quiere disfrutarlo, esa es la gran utopía, la de llegar y disfrutar el camino al mismo tiempo. Yo sigo apostando a que es posible. Algún día, distraída, me voy a dar cuenta que todo este tiempo en realidad fui muy feliz.

Es como lo primero que aprendí de yoga. No fue a respirar mejor. No fue a calmar mi mente.
Lo primero que aprendí fue que no importa cuán difícil sea respirar en esa postura imposible. Que todo es el primer momento y que estamos condicionados por límites imaginarios que le imponemos a nuestra realidad imaginaria. Que cuando decidimos que en esa postura no se puede respirar, no podemos. Pero si nos entregamos y dejamos que fluya un poco la corriente de palabras en nuestra mente, si nos concentramos sólo en respirar, con el convencimiento de que se puede... entonces ahí estás, en la postura del arado por primera vez, y... oh, sorpresa... respirando.

martes, 21 de mayo de 2013

"Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir."
Eduardo Galeano.

Mean

You, with your words like knives and swords and weapons that you use against me
You have knocked me off my feet again got me feeling like I'm nothing
You, with your voice like nails on a chalkboard, calling me out when I'm wounded
You, pickin' on the weaker man
...

You, with your switching sides and your walk-by lies and your humiliation
You, have pointed out my flaws again as if I don't already see them
I'll walk with my head down trying to block you out 'cause I'll never impress you
I just wanna feel okay again

I bet you got pushed around, somebody made you cold
But the cycle ends right now 'cause you can't lead me down that road

And you don't know what you don't know

Someday I'll be living in a big old city
And all you're ever gonna be is mean
Someday I'll be big enough so you can't hit me
And all you're ever gonna be is mean

Why you gotta be so mean?
.

Mean, Taylor Swift.

lunes, 29 de abril de 2013

Somatización y realizations

No nos damos cuenta, pero a veces todo eso que no nos llama la atención, que no nos preocupa, que no nos afecta... nos afecta. En lo más profundo de nuestro ser, todos estamos condicionados (no limitados, pero condicionados) por un inconsciente, que se queja, llora, patalea, se ríe y reacciona ante todo con nosotros. Es sólo una teoría. Pero... No es todo nada más que una teoría? No hay siempre más de una manera de ver o explicar las cosas?

Cada uno percibe a su yo como un cuerpo imaginario. Cuando pensamos en nuestro cuerpo -en nuestro cuerpo como extensión o personificación de nosotros mismos, de esa cosa que somos que ve, piensa y siente- no lo pensamos como un esqueleto óseo que se mantiene junto por cartílago, que está rodeado por músculos y ligamentos, y venas y arterias, y nervios, y ramificaciones, y cosas. No lo pensamos como lo que es en su dimensión real. Quizá sea porque cada uno se diferencia -en cierto momento de su existencia- de El Otro y se percibe a si mismo como un cuerpo -hablando de cuerpo como materia, como física- cerrado que le es propio, que está separado del resto de los cuerpos y del resto de las cosas, que posee cosas dentro que nos hacen sentir de tal o cual manera... Quizá se nos hace imposible pensarnos como elementos que estás unidos por cosas como cartílago y ligamentos (que además, sólo reconocemos como objetos reales si los vemos en una mesa de anatomía, e incluso en ese punto no están en su estado normal en el cuerpo, ni lo vemos como el mismo cartílago de nuestro cuerpo) porque, más allá de percibir esa terrible fragilidad (sobre este punto me gustaría explayarme en algún momento) que no sentimos en nosotros como cuerpos, cada uno se percibe como distinto, y el cartílago y los ligamentos son para todos. Todos.

Olvidemos por un momento que existen las variaciones anatómicas. Todos somos un conjunto de elementos que son indistintos para cada humano. Es, quizá, el concepto de especie. Pero es recién ahora que me doy cuenta... Al menos yo, no percibo el concepto de especie, ni el concepto de cuerpo, ni mi propio cuerpo, como un conjunto de músculos y ligamentos y cosas indistintos. Lo sé, sé la teoría, y la entiendo. La entiendo, pero es posible que el hecho de entenderla no tenga relación alguna con el poder asimilarlo y percibirlo de esa manera.

Sigan el hilo de mis pensamiento. Si hasta acá se entendió fue de milagro, porque tras tratar de prologar mi reflexión sólo la hice más compleja.
Lo cierto es que quizá todo eso que uno ve en anatomía y en, supongo, todas las materias de medicina, lo hacen pensar en el cuerpo como una conjunto de cosas ensambladas de tal o cual manera. Y sabemos que ese cuerpo que estudiamos no es sólo el del señor sobre la mesa, de los compañeros a nuestro al rededor, de los pacientes, sino también el nuestro. Y en el momento parece una cosa menor, un dato obvio, una conclusión totalmente lógica y desprovista de emocionalidad. Pero en el fondo -aunque es posible que seamos sólo yo y algún estudiante de Tailandia los que lo percibimos así- no es ni obvio, ni lógico, ni menor.
Percibimos, como humanos con psíquis que fascinó a Freud y a Lacan y tantos otros menos conocidos, a nuestro propio cuerpo en varias dimensiones y bla bla bla. Nuestro cuerpo es un cuerpo cerrado. Es propio, y por ende, es distinto, aunque seamos parte de una especie.

Quizá estoy perdiendo mi punto, aunque todavía no termino de dilucidar esta cuestión. Las percepciones que tenemos de todo aquello que nos rodeo, tanto físico como incorpóreo, condicionan y activan nuestro inconsciente, que condiciona con sus respuestas -y sus preguntas- a nuestro consciente, o sea, a nosotros, en lenguaje burdo y básico.
Podemos creer ingenuamente que no nos afecta y que no nos llama la atención, pero el proceso de entendimiento y asimilación de eso que percibimos fusionándose con eso que vemos y entendemos y estudiamos es largo y exhaustivo.

Hablo por mí -y por el estudiante anónimo de Tailandia- cuando digo todo esto, claro. A mí, todo este proceso me lleva a un estado de cansancio mental constante, de percepción adormecida, de somatización -en su grado más leve, o no-. Virtualmente, todo aquello que aprendemos que está, no está, porque no se percibe, no se siente.

Aún quedan muchas sensaciones que aclarar, pero supongo que todo llegará a su debido tiempo. Como tantos otros procesos inconscientes, llevará a la comprensión de distintos elementos relacionados de formas nuevas, que aún no percibimos en nuestro consciente. La somatización se quedará, o se irá, es un mero reflejo del organismo en su fusión de lo imaginario con lo real. Por ahora, sólo queda esperar.

sábado, 27 de abril de 2013

Vienna, Billy Joel.

Slow down you crazy child
You're so ambitious for a juvenile
But then if you're so smart tell me why
Are you still so afraid?

Where's the fire, what's the hurry about?
You better cool it off before you burn it out
You got so much to do and only
So many hours in a day


But you know that when the truth is told
That you can get what you want
Or you can just get old

You're gonna kick off before you even get halfway through
When will you realize...Vienna waits for you

Slow down you're doing fine
You can't be everything you want to be
Before your time

Although it's so romantic on the borderline tonight (tonight)
Too bad but it's the life you lead
You're so ahead of yourself
That you forgot what you need

Though you can see when you're wrong
You know you can't always see when you're right (you're right)

You got your passion you got your pride
But don't you know that only fools are satisfied?
Dream on but don't imagine they'll all come true

When will you realize
Vienna waits for you

Slow down you crazy child
Take the phone off the hook and disappear for a while
It's alright you can afford to lose a day or two
When will you realize...
Vienna waits for you.

And you know that when the truth is told
That you can get what you want
Or you can just get old
You're gonna kick off before you even get halfway through

Why don't you realize...Vienna waits for you
When will you realize...Vienna waits for you

sábado, 13 de abril de 2013

Crying record

Golpearse la cabeza contra la pared es algo que uno necesita hacer de vez en cuando, para liberar todo ese estrés que llevamos dentro (metafóricamente hablando, la mayoría de las veces). Pero es algo que no puede hacerse cuando uno no está solo. Es así, estar solo puede ser triste la mayoría de las veces, pero uno sólo puede gritar y patalear estando solo...
Lo irónico es que estando sola no puedo llorar. Empiezo a razonar y a pensar que en realidad es una pérdida de tiempo, que no sé si voy a poder desahogarme totalmente de ese modo, etc. Y al final, no lloro. No puedo.
Llorar dejó de tener esa connotación de tristeza, soledad e incomprensión que solía tener para mi ser pequeño, y pasó a ser un algo homólogo a una llave para abrir la puerta y dejar salir a todas las sombras que nos acechan. Claro que también se llora de tristeza, pero en general, mi llanto es de desesperación, pero como algo bueno, como algo que quema esa desesperación y la traduce a cenizas que eventualmente volarán con el viento.

Llorar en público es complicado, y no es mi arte. No me gusta tener que dar explicaciones de porque necesito llorar, y francamente, el consuelo que necesito es el que viene de mí misma. Necesito que esa parte fragmentada de mi consciente se destaque y me diga que todo va a estar bien, que hay que ir un paso a la vez, que puedo. El consuelo de los que me rodean es un lindo gesto, pero a menudo hiere más de lo que ayuda, especialmente aquellos que terminan en reproches, en "yo a tu edad hice esto y también ayudaba en la casa" y no nos olvidemos de los "y si no lo harás en tres años, o dejarás la carrera". Gracias. Prefiero llorar en la comodidad del hogar.
El problema central sobre el llanto es, -además de que está ligado a la tristeza- que uno aparece indefenso y deprimido ante el otro que lo contempla. Y no es una imagen fiel, al menos no en mi caso, no ahora. No estoy triste, no estoy deprimida, no estoy mal. No estoy mal, estoy feliz con el rumbo que puedo darle a mi vida, pero es un camino, y si bien el viaje de 5 minutos con música de fondo, sol y risas que muestra la tele se ve tentador, la vida real se compone de muchos cúmulos de horas y emociones, y no todas son dignas de captar con la cámara.

El punto es, que a veces se necesita llorar. Hay muchas cosas que inhiben las lágrimas, y estas no suelen aflorar cuando se las necesita, sino cuando uno más quisiera reprimirlas.
Quizá parte de su encanto sea justamente ese, y por eso podemos permitirnos fantasear con el llanto al llegar a casa, y una vez allí, no se pianta ni un lagrimón. Quizá el mero hecho de saber que existe la posibilidad de llegar y llorar es relajante. Quizá. Pero primero hay que encontrar ese lugar al cual llegar.

domingo, 24 de marzo de 2013

Demasiado tiempo entre manos

Días, no semanas pero días, faltan para entrar en la vorágine de la carrera que elegí y a la que felizmente le entrego mi alma. No quiero hablar demasiado, porque me está pasando como al personaje de Dostoievsky, hablo demasiado conmigo misma, y me estoy complicando la comunicación con el mundo exterior. Lo mejor para hacer es levantarse y hacer cosas. Porque cosas para hacer hay siempre. Pero qué fiaca.

martes, 19 de marzo de 2013

Imposible poner el mundo en duda: se ve
y como es irrevocable
no puede entenderse, y ese mero hecho es mortal.

Oppen.

domingo, 10 de marzo de 2013

"We could learn a lot from crayons; some are sharp, some are pretty, some are dull, while others bright, some have weird names, but they all have learned to live together in the same box."

Robert Fulghum.


From the mixed-up files of Mrs. Basil E. Frankweiler.

"From the mixed-up files of Mrs. Basil E. Frankweiler." by E. L. Konigsburg.

"When you hug someone, you learn something else about them. An important something else."

"The adventure is over. Everything gets over, and nothing is ever enough. Except the part you carry with you. It's the same as going on a vacation. Some people spend all their time on a vacation taking pictures so that when they get home they can show their friends evidence that they had a good time. They don't pause to let the vacation enter inside of them and take that home."

"Happiness is excitement that has found a settling down place, but there is always a little corner that keeps flapping around."

Lindo libro. Lo venía buscando desde que Claire Dederer lo mencionó en su libro "La Rueda" como uno de los primeros libros que había leído y bla bla bla. Tardé en encontrarlo, pero a la satisfacción de haberlo conseguido finalmente, se sumó que era un libro chuchi.

That's all folks.

jueves, 28 de febrero de 2013

Madame Bovary, frases sueltas.

Meses, muchos meses después de haber terminado el libro, termino de leer el juicio y su veredicto.
Ahora, con algo de perspectiva gracias al todopoderoso tiempo, releo algunas de las frases con las que yo me quedo.

"Bovaristas serían aquellas naciones que se han empeñado, a través de la historia, en negar lo que son y han sido para afirmar lo que no son. Preocupados en ser algo distinto de sí mismos, terminan por no ser nada en concreto. Se mantienen en una especie de utopía para ir de la imitación de un modelo a otro, sin que estos coincidan con la propia realidad"; "Bovarismo nacional", en Horacio Cerruti Guldeberg, Diccionario de Filosofía Latinoamericana; término acuñado por el filósofo Antonio Caso.
Una de las interpretaciones más lindas de la novela, en mi opinión personal. Lindo análisis del personaje.

"Emma prefería, al contrario, los accidentados. Le gustaba el mar únicamente a causa de sus tempestades, y el verdor sólo cuando estaba esparcido entre las ruinas. Tenía que poder extraer de las cosas una especie de beneficio personal; rechazaba por inútil todo lo que no contribuía al consumo inmediato de su corazón, y era de temperamento más sentimental que artista; buscaba emociones, no paisajes."

"En el fondo de su alma, esperaba un acontecimiento. Como los marineros naufragados, paseaba por la soledad de su vida unos ojos desesperados, buscando a lo lejos alguna vela blanca en las brumas del horizonte. No sabía cuál sería ese azar, qué viento lo empujaría hasta ella, hacia qué orilla la llevaría, si era una chalupa o un bajel de tres puentes, cargado de angustias o lleno de felicidades hasta las bordas. Pero cada mañana, al despertar, esperaba por esa jornada, escuchaba todos los ruidos, se levantaba con un sobresalto, se sorprendía de que no llegara, luego, al ponerse el sol, siempre más triste, deseaba estar en el día siguiente."

"Hacía citas latinas, tan exasperado estaba. Las habría hecho en chino y en groenlandés, si hubiera conocido esos dos idiomas, porque se encontraba en una de esas crisis en que el alma entera muestra indistintamente lo que encierra como el Océano, que en las tempestades se entreabre, desde las algas de sus orillas hasta la arena de sus abismos."

"¿Qué quieres que te diga? Todo me parece profundamente ordinario y tonto. Pero la Sociedad, ¿no es acaso el tejido infinito de todas esas pequeñeces, de esas astucias, de esas hipocresías, de esas miserias? La humanidad pulula así sobre el globo, como un sucio puñado de ladillas sobre una vasta mota. Bonita comparación." Flaubert en una carta a Louise Colet sobre las historias de Edma Roger de Genettes y Louis Énault.

miércoles, 13 de febrero de 2013

jueves, 7 de febrero de 2013

Irse a dormir.

Irse a dormir cierra capítulos. Relaja. Irse a dormir es darse la oportunidad de entrar en una zona segura, apartada de la corriente de la rutina, para tomar un respiro y analizar con toda calma el día, la semana, la existencia. Es preparar la mente para dormir tambien.

Irse a dormir sabiendo que soñamos durante el sueño. Sabiendo que podemos despertarnos a la mitad de la noche. Irse a dormir sabiendo que puede salir bien o mal, que cada noche es distinta. Irse a dormir, en algun punto, en otro mundo paralelo de conceptos, es una aventura. Chiquita, pero desconocida.

Irse a dormir tambien es un conjunto infinito de posibilidades, a las que se les suman el nuevo día, el que las sucede.

lunes, 4 de febrero de 2013

Inmovilidad.

Inmovilidad

En la playa que el viento de otoño hace más sola
Noche a noche me siento frente a la tentación
De este mar que en sus ondas lleva y trae los navíos
Que me envían, de lejos, su muda invitación.

Los veo hundirse en la niebla salpicados de luces.
Mundos breves y vivos que se echan a andar,
En busca de horizontes distintos e imprevistos,
Entre la hechicería de la luna y el mar.

Más allá... ¡Oh Dios mío, y yo aquí tan inmóvil
Cual si fuera una piedra que nada ha de mover!
¡Ya me agobia el cansancio de soñar imposibles!
¡Se ha hecho espina mi ansia de tocar y de ver!

Juana de Ibarbouru.


Debo decir que siempre me cautivó este poema, y eso que nunca fui fan de la poesía. There, I said it. Mi abuela adoraba a Juana de Ibarbouru, y en mi colección descansan dos de sus libros de la autora.
Cada tanto me acuerdo del poema, y siempre tengo la fantasía de encontrarle un significado, como si cada línea fuese una metáfora de mi vida proyectada en esas palabras de otro espacio-tiempo. Siempre trato, desde chiquita, de establecer esa conexión entre lo que hay en mi mente en este momento y las palabras del poema, pero recién ahora, rodeada del estrés que conllevan mis enero-febreros y la ansiedad de empezar eso nuevo y terrorífico que se viene, puedo conectar un poco más con el poema. Un poco, dije.

Escribir suele ser una buena receta para palear un poco la desesperación que me generan ciertas situaciones. Las graves y las no tan graves (sobre todo éstas últimas). Sin embargo, hoy no tengo ganas de explayarme. Hoy no tengo ganas de pensarlo mucho. Hoy no tengo ganas. Quizá... mañana.